La falta de botellas de vidrio obliga a pymes locales a rediagramar estrategias de producción

Algunas alimenticias y cervecerías se ven obligadas a cambiar de envase para poder seguir vendiendo. Qué dicen los fabricantes

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Las voces coinciden en que desde agosto y septiembre se profundizó la escasez de botellas de vidrio. El problema es mundial, pero se agrava particularmente en el país, donde la caída de la producción de unos de sus principales fabricantes dejó fuera de juego a una parte del sector vitivinícola, y rebotó en la industria de conservas, donde se estima que el 10% debió cambiar de envase. A nivel local, las cervecerías artesanales fueron algunos de los actores más complicados, debiendo apelar a otros formatos para sostener la producción. Estiman que recién en el primer trimestre del 2022 se normalizaría la situación.

Las razones son diversas. Algunos apuntan a que las fábricas nunca pudieron retomar el ritmo de producción de la prepandemia, otros a que no hicieron las inversiones suficientes. También se menciona el incremento de las exportaciones, sobre todo a Brasil, hay quien asegura que grandes jugadores como Quilmes acaparan todo el mercado y dejan la sobra al resto, y no faltan quienes vinculan la cuestión a la coyuntura electoral, donde los productores especularían con una presunta alteración significativa de los precios post-comicios.

“El faltante viene desde hace cuatro o cinco meses, aunque hace 15 días tuvimos que reponer y conseguimos. El problema es que no podés tener continuidad de trabajo porque no sabés si vas a conseguir o no, y además nosotros no estamos en condiciones de comprar tantos pallets como un industrial”, dijo Daniel, a cargo de la cervecería artesanal Daniel O. En diálogo con Ecos365 aseguró que el mayor inconveniente se registraba en botellas de medio litro, y en el mientras tanto, debieron arreglárselas con latas, botellas de 355 cm3 y de litro.

“Entre septiembre y octubre hubo problemas, y después se regularizó la situación, pero cada vez que hay elecciones pasa lo mismo”, afirmó Ezequiel 700 Cerveza Artesanal, y coincidió que el poder de fuego respecto a los industriales, que compran casi toda la producción de botellas, es sumamente reducido. “Representamos el 3% de toda la cerveza que se toma en el país, por eso nosotros sufrimos estos cortes”, dijo y respecto a subas de precios de insumos, reconoció un fuerte ajuste a comienzos de año, que luego se tradujo en retoques más graduales.

“Hoy la mitad del costo se lo lleva el envase, la etiqueta, y esas cuestiones. También está caro el kilo de lúpulo, pero todo esto no lo podemos trasladar al cliente porque el poder adquisitivo nuestro cayó mucho. Actualmente la cerveza argentina está muy subvaluada, en todo el mundo está mucho más cara”, sentenció.

Por su parte, algunas alimenticias han tenido que abandonar, al menos temporalmente, sus tradicionales presentaciones. Por caso, ya no abundan las marcas de mermeladas que vienen en frascos, y en cambio muchas se pasaron al plástico, mientras que algunas de tomates triturados cambiaron el botellón por envases de cartón. Empresarios de conservas de la región de cuyo estimaron que la merma de envases de vidrios para su producción alcanzaría un 10%. Más difícil la tienen las bodegas, que directamente no pueden pensar en reemplazar la botella de vidrio.

Es por eso que debieron negociar con el Gobierno un mecanismo para poder importar casi seis millones y medio de botellas de España con destino a pymes (bodegas y pequeñas fraccionadoras), mientras, se negocia el no pago de aranceles externos. “Había problemas en las fábricas nacionales, pero ahora están todas trabajando a full. Nosotros retomamos este año el control de la empresa, la ordenamos y estamos operando las 24 horas de todos los días, pero a diario nos llaman cinco o seis empresas pidiéndonos envases. Es difícil hacerles lugar porque la demanda supera la oferta”, se sinceró con este medio Hugo Ballester, al frente de Produmen, fabricante de la sidra La Farruca y propietario de Cristalerías Rosario.

A nivel nacional hay expectativas por una suba de la producción de Veralia, que pondrá en marcha  un horno que se había visto afectado por un incendio. Por su parte, la otra fábrica importante cuyana, Cattorini, puso un funcionamiento un horno adicional que le permitirá contar con 14 millones de botellas extra. Se estima que para febrero o marzo la situación podría empezar a normalizarse.

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