Hace un año atrás, Pablo Javkin asumió la intendencia d. Rosario con una lista de temas que resolver. Casi tres meses después, el coronavirus trastocaba al mundo entero y presentaba desafíos inéditos. En retrospectiva, el jefe de gobierno local, consideró que aún la sociedad no ha podido tomar una dimensión real de los efectos de la pandemia y compartió las enseñanzas que ha podido cosechar: la necesidad de mirar de cerca los problemas de la gente. Los pilares de su gestión y la necesidad de que los gobiernos nacional y provincial hagan más por la ciudad en materia de seguridad.

“Lo que estaba mal va a estar más difícil”, auguró el intendente. El cielo se oscureció un poco más y hubo que encender las luces de las casas. Javkin comenzó su charla con Radiópolis Weekend (Radio 2) en tono gris pero enseguida reveló entusiasmo con los desafíos de hoy y mañana: “Algo que me enseñó la pandemia es que hay que mirar cada pedacito de cerca, como urbanizar los barrios populares, hay que poner el foco ahí”, indicó y sumó en ese sentido: “Hay que abrir las calles, que un vecino en medio de un pasillo sea frentista, que pase por su casa el colectivo, entre la ambulancia, que pase el camión de residuos”.

Para el jefe del Palacio de los Leones, “hay que hacer que una ciudad tenga un piso de derechos aunque la ciudad tenga otras complejidades”. Según mencionó, su objetivo es que cada ciudadano y ciudadana tenga a su alcance los servicios básicos, como por ejemplo, una plaza cerca.

“Rosario tiene grandes sueños y los impulsa pero creo en la mirada más pequeña, más cercana”, manifestó e hizo una invitación: “Cambiemos el mundo en cada rincón que podamos”. En ese sentido, mencionó el proyecto para que Villa Banana se organice a través de manzanas, es decir, darle a esos vecinos y vecinas un orden y un buen acceso para habitar el espacio público.

Si la pandemia del covid-19 significó un curso acelerado de mandatario, también constituyó una oportunidad para medir apoyos y distancias políticas tanto en el ámbito nacional y provincial. Sin ánimo de polemizar, Javkin rescató la relación que se tejió con el gobierno nacional: “No podía ser de otra manera, estábamos cuidando vidas”, dijo y rescató la asistencia alimentaria recibida. “Todavía no nos damos cuenta de la magnitud de lo que pasó”, remarcó en relación a los meses más difíciles en el marco de la cuarentena y advirtió: “No me pesó ser opositor, fue positivo y ayudó mucho este vínculo, pero hay un montón de coas que se tienen que cambiar”.

“Nación tiene que intensificar su mirada a Rosario, que entender que no puede resolver la seguridad sin la ayuda federal y aunque empezó a haber una respuesta, hay que intensificarla. Hay una situación injusta en el interior con respecto a Buenos Aires”, resaltó.

Consultado acerca del vínculo trazado con Omar Perotti a lo largo de este año, también priorizó el trabajo mancomunado en medio de la crisis más aguda que planteó el covid pero no dejó de mencionar el tema de la seguridad: “Necesitamos que pongan el foco en la ciudad”.

El intendente aseguró que debió tocar puertas a ambos gobiernos. “Hice planteos públicos y privados sobre el tema del humo y los incendios en las islas, la inseguridad y el covid pero no creo que los problemas se solucionen a los gritos ni con golpes de efecto”, observó y completó: “La gente me pide que resuelva problemas que no están a mi alcance cara a cara y tengo que recurrir a los que deben resolverlos”.

Por último, profundizó al respecto: “Necesitamos más apoyo y recursos y yo los tengo que conseguir. Creo en el trabajo silenciosos que uno hace pero cuando lo tuve que hacer públicamente lo hice”, aseguró.