Un par de horticultores de la India cultivaron accidentalmente los "mangos más caros del mundo" y ahora necesitan un equipo especial de seguridad para protegerlos.

La historia comenzó algunos años atrás, cuando Sankalp Singh Parihar viajaba en un tren a Chennai y un pasajero le preguntó si quería un árbol joven de mango especial por 2.500 rupias, lo que equivale a unos 33 dólares. Singh aceptó la oferta, pero al cabo de unos meses notó algo extraño.

"No sabía cuál era la raza del mango, pero la llamé Damini en honor a mi madre y la planté. Lo cultivé como una planta de mango ordinaria, pero unos meses después vi que había desarrollado un hermoso color rojo", relató en diálogo con un medio local.

El horticultor aseguró que prefiere "pagar por la seguridad" antes que perder los mangos.

Parihar dijo que varias personas le ofrecieron una gran cantidad de dinero a cambio de sus mangos: "Fue sólo cuando me ofrecieron más de 21.000 rupias (283 dólares) que me di cuenta de que era algo valioso".

Resultó que lo que Parihar le había comprado al extraño en un tren era algo llamado mango Miyazaki, un producto que se vende por miles de dólares en subastas especiales en Japón. La fruta se origina en la prefectura de Miyazaki en la isla de Kyushu, en el sur del país.

El mango Miyazaki debe cultivarse en condiciones especiales, utilizando redes para suspenderlos en el aire, para asegurarse de que el contenido de azúcar sea el adecuado y que cada uno pese al menos 350 gramos. 

Pero al cultivar esta fruta en la India, Parihar no respetó los requisitos del proceso, desconocidos para él. "Como no sabía de qué raza eran estos mangos, los cultivé como haría con cualquier variedad india ordinaria", señaló.

La fruta se origina en la prefectura de Miyazaki en la isla de Kyushu, en el sur de Japón.

"Mi visión es que todos los hogares indios deberían poder pagar este mango. En Japón, es caro porque se cultiva en un entorno caro. En India, podemos cultivarlo de forma natural y reducir los gastos", explicó.

Sin embargo, el cultivo de esta fruta no le salió tan barato a los horticultores indios, ya que luego de que los medios de comunicación publicaran su historia hubo ladrones que irrumpieron en su granja, llegando a robar más de una docena de mangos. 

La solución que encontró Parihar ante esto fue contratar un equipo de seguridad especial, encargado de proteger los 52 mangos que tiene actualmente. 

Un equipo de guardias con perros protegen los mangos de quienes intentan robarlos.

"El año pasado, después de que un canal de noticias local informara que teníamos estos mangos, un ladrón entró y robó 14 mangos. Así que ahora hemos contratado a un equipo de guardias con perros y les pagamos 8000 rupias (108 dólares) cada mes. Prefiero pagar por la seguridad que perder estos mangos, que para nosotros valen mucho más que el dinero", señaló.

El horticultor concluyó: "Estos son nuestros bebés y nuestro enfoque en este momento es seguir nutriéndolos y usando las semillas de las frutas para plantar otras nuevas".