Este miércoles los colectiveros de casi todo el país –menos los de Buenos Aires– no salieron a la calle y mañana tampoco lo harán. Reclaman una actualización salarial equivalente a la que recibirán, justamente, los choferes de la Ciudad Autónoma y el Área Metropolitana de Buenos Aires (Caba y Amba): 35 por ciento. Las empresas del transporte se niegan a otorgar semejante porcentaje porque los números no cierran, los subsidios nacionales no son como los de Caba y Amba. Para el secretario de Transporte santafesino, Osvaldo Miatello, se trata de una “vieja discusión que cansa” pero que ahora encuentra el momento oportuno para resolverse: el presupuesto 2023.

“El momento es ahora –advirtió Miatello, consultado por El Tres–. Tenemos una oportunidad ahora que se está debatiendo el Presupuesto que se vote una suma razonable para el interior”. Para el funcionario, es de vital importancia que el aumento de subsidios quede plasmada en la llamada “ley de leyes” porque de lo contrario, se corre el riesgo de tener que negociar partidas que terminan siendo menores.

“Lo que no está en el presupuesto no existe”, enfatizó.

La discusión ahora pasa por una diferencia de 34 mil millones de pesos. El presupuesto que el ministro de Transporte Alexis Guerrera defendió para el llamado interior suponen 66 mil millones de pesos, pero tanto el oficialismo como la oposición coinciden en que se requieren, al menos 100.

"No alcanza”, afirmó Miatello. En tal sentido, destacó que el gobierno provincial viene duplicando sus subsidios al transporte año a año: “Si se toma el Presupuesto provincial de 2022 y el previsto de 2023, el aumento es del 140 por ciento. La semana pasada pagamos 700 millones de pesos adelantado los subsidios de octubre, Nación pagó 400 de septiembre y aun así tuvimos que aumentar tarifas. Donde se mire (el boleto) está mas alto que en el Amba. Ese combo hace que sea dificil poder valorar un servicio que no se puede mejorar. Estamos en una economía de subsistencia y no de renovacion de flota como debería ser”.