La historia de Benjamín que nació prematuro y quedó internado cuatro meses en una incubadura se viralizó luego de que su abuela organizara una campaña para comprarle una silla de ruedas que cuesta 400 mil pesos.

El pequeño fue diagnosticado con parálisis cerebral y los médicos comentaron que si sobrevivía iba a quedar sordo o ciego. Por otro lado, la madre lo abandonó y no lo ve hace dos años y medio.

Benjamín –fanático de Marcelo Gallardo, según consigna Infobae– no puede hablar ni caminar, aunque sabe expresar sus emociones y se hace entender con su mirada.




“¡Tiene una sonrisa que logra todo!”, cuenta Adriana, la abuela paterna, al citado medio. Ella dice que Benja “es fanático de River, mira los partidos y además le gusta la música romántica. Es muy especial y sensible, y aunque no habla expresa mucho con la mirada”.

“Estoy organizando la cuarta rifa para juntar dinero y poder comprarla, o juntar lo que más pueda porque además de la silla él necesita remedios. Por eso, siempre rifo cosas que otras personas que lo conocen y saben de sus necesidades nos donan. También estamos organizando, con todos los protocolos, un torneo al aire libre de penales”, señala la mujer que trabaja por hora cuidando a una señora.

Benjamín es el primer nieto de Adriana y por consiguiente, el más mimado y consentido de la familia. “Tengo cuatro hijos y cada uno tiene me dio un nieto, pero el amor no es el mismo con todos, si bien es inmenso por cada uno”, reconoce, y admite que con él cumple un doble rol desde que viven juntos.


“Siempre le digo a mis hijos que si a sus hijos les pasa algo, tienen a la mamá y al papá para ayudarlos. Benja solo tiene a su papá y a sus abuelos, porque la mamá no le estaba dando los cuidados necesarios. Vimos algunas cosas que no nos gustaron y desde entonces vive con nosotros. Lo mandamos al jardín, lo vieron todos los médicos que necesita y una fisiatra. La mamá hace 2 años y medio que no lo ve por decisión propia. Sabe que acá tiene las puertas abiertas, pero no lo visita”, lamenta.

En el mismo tono, dice que el papá del nene es barrendero municipal y que con ese sueldo y el que ella gana “no nos alcanza para todo lo que hay que comprar y la pensión del nene ayuda un poco, pero tampoco es suficiente porque él también necesita tomar un jarabe especial que cuesta 8 mil pesos que le recetó un médico del Hospital Güemes porque es epiléptico y hace un tiempo convulsionó. En cinco minutos cinco veces... Eso fue fatal para él y toma otros remedios que también son caros”.

Benjamín necesitará en un futuro, ser operado de las caderas y de los pies, porque los tiene desviados. “Queremos ofrecerle una mejor calidad de vida y para eso necesita otros artículos de ortopedia como un silla de baño”, agrega Adriana.

Por su condición, Benja no puede tragar y todo lo que come tiene que estar procesado. “Tampoco toma jugo ni agua, solo puede tomar bebidas isotónicas por las sales que tienen. Es un nene que se deshidrata con facilidad, así que compramos dos o tres packs de esa bebida por semana, y eso también sale un dinero... No es fácil cuidar a un nene con una discapacidad y no la hacen fácil tampoco”, agrega la abuela que mientras trabaja no deja de pensar en volver a casa y ver a su nieto.