Un particular incidente ocurrió este jueves por la madrugada con un colectivo que viajaba con destino final a Jujuy, pero que tenía Rosario, Córdoba y Tucumán como paradas intermedias. Mientras circulaba por la autopista a la altura de Funes, el chofer bajó a la colectora y terminó encajado, al borde de un gran zanjón.
El episodio ocurrió pasada la 1.30 de la madrugada. La unidad, que había salido de Retiro, tenía que bajar pasajeros en Rosario, pero no lo hizo y siguió su camino. Según especulaban las personas que habían contratado el servicio, al notar el olvido, intentó volver tras sus pasos pero bajó por una colectora en mal estado y quedó estancado.
En su versión, el conductor del transporte de pasajeros dijo en Antes de Salir (El Tres), que venía por la autopista y que una camioneta de la policía le hizo señas para que se desvíe por la colectora. “Me desvió la policía. A dos colectivos de Via Tac y a nosotros. Vengo para dar la vuelta para volver a la terminal y me encuentro con esto”, aseveró el hombre.
Todavía conmocionados por lo ocurrido y con cierto malestar por la demora de 6 horas, algunos pasajeros contaron al móvil de El Tres los destinos a los que se dirigían. “Subimos en Retiro e íbamos hasta Tucumán. El chofer dice que quería entrar a Rosario y una camioneta le marcaba que tenía que desviarse. La verdad, no sabemos si se durmió o que pasó”, relató una señora.
Por su parte, una mujer que iba rumbo a Córdoba a visitar a su hermano internado, lamentó que tenía que llegar antes de las 7 para poder ingresar a la terapia. “Nos volvíamos hoy. Por ahora nadie nos da una explicación. Tenemos que volver a Rosario y ver qué pasa”, explicó.
En tanto que uno de los pasajeros rosarinos que todavía estaban a bordo de la unidad, explicó que ni bien quedaron encajados dieron aviso al 911. “Se acercó un patrullero y nos dijo «cómo hicieron para quedarse acá», después se fueron y no vino más nadie. Estuvimos solos y a oscuras toda la noche”, señaló.
Pasadas las 7 de la mañana llegó hasta el lugar una pala mecánica con una linga con la que finalmente lograron destrabar las ruedas del colectivo para que pueda continuar su recorrido, no sin antes regresar a Rosario a dejar a los pasajeros olvidados.
