Tras el exitoso estreno de El juego del calamar en Netflix, las ventas de este dulce tradicional que aparece en la ficción se dispararon hasta límites que pocos imaginaban. 
Se llaman dalgona y es un dulce tradicional.

La serie cuenta la historia de 456 personas con dificultades económicas que eligen participar en pruebas que los podrán llevar hasta la muerte. Entre ellas, esa en la que los jugadores intentan recortar formas que incluyen una estrella y un paraguas de un dulce de azúcar crujiente llamado dalgona sin que se rompa, y, los que fallan, mueren.

Según recoge AFP, para fabricar este dulce durante la grabación, los productores de El juego del calamar contrataron a los "expertos en dalgona", Lim Chang-joo y su esposa Jung Jung-soon, dueños de un humilde puesto callejero en Seúl.

Y, de ahí, al éxito, como la serie, ya que el negocio se convirtió en uno de los sitios más populares de la capital surcoreana.

Según la misma información, tal es el éxito que hay colas de hasta seis horas para comprar una de esas galletas, que cuestan aproximadamente 1,70 dólares, según publicó 20 Minutos.