Un carguero espacial chino entregó células óseas humanas a la estación espacial Tiangong para investigaciones en órbita. La nave espacial de carga Tianzhou 7 se lanzó en un cohete Long March 7 desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Wenchang el 17 de enero y llegó a la estación espacial Tiangong poco más de tres horas después. Entre su cargamento de alrededor de 5.600 kilogramos se encontraban más de 60 experimentos, incluidas células óseas humanas para la investigación de la densidad mineral ósea.

La misión Tianzhou 1 de China, due lanzada en 2017 como un prototipo de misión de carga y repostaje de estación espacial para acoplarse al laboratorio espacial Tiangong 1 , transportaba células madre. Esa fue una oportunidad única para tales pruebas.

Las células crecen rápidamente, lo que significa que el experimento tuvo que instalarse apenas unas horas antes del lanzamiento para garantizar una actividad celular óptima antes de que llenaran el espacio disponible para ellas. Su crecimiento será monitoreado de cerca y los datos transmitidos a la Tierra para su análisis, según dio a conocer el sitio especializado Space.com.

"Nuestro equipo experimental en el espacio garantizará las condiciones físicas y químicas para el cultivo celular, como la sustitución del líquido nutritivo y el gas para las células óseas", dijo Shang Peng, profesor de la Universidad Politécnica del Noroeste.

"También lleva un microscopio de fluorescencia y un microscopio óptico común para monitorear el crecimiento de las células. Parte de esta información será registrada y transmitida a la Tierra para su análisis en tiempo real y en el futuro", agregó. 

Los astronautas en órbita reciben instrucciones de hacer ejercicio durante horas cada día para ayudar a prevenir la pérdida ósea asociada con vivir a largo plazo en un entorno de microgravedad. "Esto puede ejercitar sus músculos esqueléticos y también prevenir su pérdida ósea de manera efectiva", dijo Shang. 

Esta investigación, que también se lleva a cabo en cooperación con científicos de otros países, podría conducir a mejores formas de abordar los problemas de pérdida ósea que se experimentan tanto en la Tierra como en el espacio. "En la fase de funcionamiento de la estación espacial china, llevaremos a cabo más proyectos. A partir de ellos desarrollaremos y probaremos medicamentos pertinentes. No sólo ayudarán a los taikonautas en el espacio, sino también a los humanos en la Tierra, especialmente a los ancianos. Esto será muy significativo", afirmó Wang Jinfu, profesor de la Universidad de Zhejiang en el este de China.