Dura derrota para River. Porque perdió el invicto, la punta y volvió a dejar demasiadas dudas para ser el equipo que mejor se reforzó de cara al Clausura. Fue 2-1 para Argentinos Juniors, que se afirma en su rendimiento de la mano de Caruso Lombardi.

Desde el inicio quedó claro que iba a ser un partido muy complicado para River, ya que su rival salió a pelearle el manejo de la pelota y el protagonismo del encuentro. Tanto fue así que la primera situación de peligro estuvo en los pies de los locales: a los 10 minutos, De Muner remató al arco y Carrizo alcanzó a desviar al córner.

Seis minutos más tarde, Núñez elaboró una gran jugada personal, se sacó de encima la marca de Tuzzio y sacó un disparo que otra vez encontró bien parado al arquero de River, que reaccionó a tiempo y mandó la pelota nuevamente al corner.

Pero en el mejor momento de los locales, River se puso en ventaja, con un contragolpe certero que terminó con una exquisita definición del delantero Marco Ruben, quien tocó suavemente por debajo de las piernas del arquero Pontiroli y puso el 1-0.

Poco le duró la alegría a los millonarios, porque apenas siete minutos más tarde, el uruguayo Choy desbordó por la izquierda y envió un preciso centro al área, que Carrera conectó de cabeza para empatar el encuentro.

River no le encontró la vuelta durante todo el primer tiempo. Belluschi, su conductor, entró poco en juego y el resto de los mediocampistas se vio superado en varios pasajes por el buen manejo colectivo del equipo de La Paternal.

En el período final, el equipo que conduce Daniel Passarella se adelantó en el campo de juego y se hizo dueño de la pelota en los primeros minutos. A los 2, Falcao aprovechó una desinteligencia defensiva entre Scotti y el arquero Pontiroli, pero su remate de emboquillada se fue apenas junto al palo izquierdo.

A los 7, un gran remate desde lejos de Galván obligó a una gran atajada por parte de Pontiroli, que volvió a tapar un disparo de Falcao al primer palo, en el rebote de la primera jugada. Todo parecía indicar que River iba a llevarse por delante a Argentinos Juniors.

Como si se tratara de una revancha del destino, el Bichito de La Paternal encontró el gol en el mejor momento de su rival: a los 8 minutos, Gerlo dejó corto un despeje en la puerta de su área y el movedizo Hauche definió con un zurdazo bajo y bien colocado junto al palo derecho del arco defendido por Carrizo, quien nada pudo hacer para impedir el 2-1.

A River le faltaban luces para reorganizarse y revertir la situación. Curiosa paradoja: a los 24 minutos, se apagaron las torres de iluminación del estadio “Diego Armando Maradona”, debido a un incendio en el grupo electrógeno del club, y el encuentro debió ser interrumpido por espacio de media hora.

Volvió el juego, pero los focos millonarios nunca se encendieron. Argentinos continuó siendo el conjunto más prolijo y de mejor manejo. A los 33 minutos, Passarella buscó la salvación con el debut de un juvenil de 17 años, Andrés Díaz, en reemplazo de Falcao, quizás con el sueño de repetir aquella inolvidable presentación del Conejito Saviola, quien marcó en su primer partido con la camiseta de River.

Pero la historia esta vez fue diferente. River se quedó sin invicto y sin punta del campeonato, que ahora luce en soledad el modesto Arsenal de Sarandí. Acaso haya sido un castigo merecido para un equipo que pretende ser candidato al título y que deberá mejorar mucho para sostener con justicia esa condición