El fiscal federal Juan Patricio Murray volvió a remarcar que el ex jefe de la policía de Santa Fe Hugo Tognoli no podía estar ajeno a las averiguaciones que sus subordinados hacían mediante el uso de una clave especial asignada a las fuerzas de seguridad para acceder al Registro Nacional de Propiedad Automotor. Este jueves Tognoli quedó detenido tras ampliar su declaración en el marco de una investigación que lo implica en una red de narcotraficantes y analizan trasladarlo a Ezeiza.

En contacto con el periodista Sergio Roulier para La primera de la tarde (Radio 2) Murray expresó: "Me parece infantil pensar que un jefe de Drogas no esté al tanto de las investigaciones a su cargo. Carlos Ascaíni no era un pequeño dealer sino una persona importante en la zona sur de Santa Fe, sobre todo del departamento General López".

Según consta en el expediente, a través del uso de una clave de seguridad asignada en 2009 a Tognoli como jefe de la ex Brigada de Drogas Peligrosas de Santa Fe, se estableció que el vehículo que seguía a Ascaíni –acusado por narcotráfico– pertenecía a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y se le dio aviso al presunto delincuente que así evitó su detención.

"A Tognoli se le imputa la participación en una empresa criminal conjunta co. el agravante que era un agente policial encargado de reprimir ese delito", sostuvo Murray y abundó: "Su aporte a esa empresa fue justamente haber suministrado usuarios y claves para determinar a pedido de Ascaíni el origen de los vehículos que lo seguían".

La semana pasada la defensa de Tognoli presentó un escrito ante el juez Carlos Vera Barros para que dicte su sobreseimiento en la causa por "falta de pruebas" y "vencimiento de plazos" procesales para que siga ligado al expediente, informaron fuentes del caso. Sin embargo, a pedido del fiscal Murray, el juez Vera Barros reactivó la causa en la que Tognoli había recibido falta de mérito y fue citado a ampliar su declaración indagatoria.

El ex jefe policial se presentó este jueves y tras la exposición quedó detenido en dependencias de la PSA. Según Murray, la detención se dispuso tanto por "riesgo de fuga como de entorpecimiento de la investigación". Y de acuerdo a información que agregó en Radio 2 el periodista Héctor López, se analiza el traslado del comisario al penal de Ezeiza, donde suelen quedar alojadas personas acusadas por narcotráfico.

En la causa están procesados el ex jefe de la seccional 2ª de Rosario, Néstor Fernández, y el cabo de la policía santafesina Carlos Quintana. Al momento de los hechos, en 2009, Fernández estaba a cargo de la brigada operativa Venado Tuerto de la Dirección de Prevención y Control de Adicciones de la policía de Santa Fe, de la que Tognoli era el jefe provincial.

Según se pudo establecer en la investigación, mediante el uso de un usuario y una clave asignada a esa área policial por el Registro Nacional de Propiedad Automotor se determinó que un vehículo que seguía a Ascaíni pertenecía a la PSA y se le dio aviso al interesado desde la comisaría de la localidad santafesina de Villa Cañás, donde reside el presunto narco.

Ascaíni, un hombre de 37 años conocido como El Vasco, llamó desde su teléfono para preguntar en la comisaría local a quién pertenecía una camioneta que lo seguía desde hacía días.

Presuntamente el cabo Quintana le informó –utilizando la clave de seguridad proporcionada por el comisario Fernández– que se trataba de vehículos de la PSA, por lo que Ascaíni logró eludir una allanamiento, recordaron fuentes del caso.

Por esos hechos el juez Vera Barros procesó a Fernández y a Quintana pero dictó falta de mérito a Tognoli, quien quedó libre luego de dos semanas detenido y la renuncia a la Jefatura de la Policía de Santa Fe. En este sentido, el fiscal de la causa remarcó que Tognoli había nunca fue sobreseído. Si bien no se le podía imputar al ex jefe policial haber hecho uso de esas claves, ahora el giro de la causa se dio a partir del cambio de imputación. "Se trata de qué rol cumplió en esa empresa conjunta. Para esto se sumaron elementos claves como la declaración testimonial del encargado del sistema informático, las consultas realizadas acerca de cómo funcionaba el sistema y la convalidación de las consultas realizadas aportaron más elementos en la causa", explicó Murray a Radio 2.

En su presentación, el fiscal Murray sostiene que "el plan criminal se infiere del accionar criminal conjunto de este grupo de personas: Carlos Andrés Ascaíni trafica con estupefacientes, Tognoli suministra las clave a sus subordinados y convalida las consultas ilegales realizadas por estos para que el sistema clandestino siga funcionando y no se detecten aquellas".

Añade que "el comisario Néstor Fernández y el cabo Carlos Quintana utilizan la clave para establecer que quienes se encuentran realizando seguimientos al imputado Ascaini son agentes federales de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, le suministran la información al imputado, lo que le permite a este intentar evadir la investigación y la acción de la justicia".

Por otra parte, Tognoli también está siendo investigado por los delitos de "encubrimiento doblemente agravado", "violación de los deberes de funcionario público" y "omisión de persecución de imputados".

En esa misma causa se encuentra procesado por los mismos delitos un hombre de su confianza, el comisario José Luis Baella, y el también policía Mauricio Otaduy. También por las coacciones sufridas por Norma Castaño, titular de la ONG Madres Solidarias, quien asegura haber sido extorsionada para que retire denuncias contra Tognoli.