Los rusos salieron a desmentir que se haya practicado sexo en el espacio como lo sostenía una polémica publicación. Un grupo de científicos de ese país europeo fueron los encargados de rectificar la versión y a la vez negaron tener datos de que lo hayan hecho astronautas de la Nasa estadounidense.

"Nunca he oído hablar de sexo en órbita. En nuestro país no hubo tales experimentos, y no hay episodios que confirmen que cosmonautas hayan practicado sexo durante alguna expedición espacial", afirmó el subdirector del Instituto de Problemas Médico-Biológicos (Ipmb) de la Academia de Ciencias rusa, Valeri Bogomólov.

Un portavoz del Centro de Control de Vuelos Espaciales de Rusia negó asimismo que sus cosmonautas hayan hecho el amor en el espacio.

Los representantes de los centros espaciales desmintieron de esta manera un artículo publicado aún en el año 2000 por el diario británico "The Guardian" que se ha vuelto a poner de actualidad en Rusia, según el cual científicos rusos y norteamericanos habrían establecido en la práctica que la clásica postura del "misionero" es imposible en condiciones de ingravidez.

En particular, según la publicación, en 1996 la Nasa habría realizado un estudio especial para establecer cómo es mejor hacer el amor en el espacio, y por medio de simulación por ordenador habría escogido diez de un total de veinte posturas modeladas.

Posteriormente, dos astronautas habrían ensayado esas posturas en condiciones de falta de gravitación terrestre, reconociéndose solo cuatro de ellas como aptas para el sexo orbital, siempre según la publicación.

Bogomólov dijo no tener datos de que la Nasa haya realizado tales experimentos, e insistió en que el programa cósmico y la medicina espacial rusas nunca se han planteado ese problema. "Desde luego, los cosmonautas son seres de carne y hueso, pero en toda la historia de los vuelos cósmicos este asunto jamás ha creado problemas", aseguró.