Cachete Acuña, el juvenil que se ganó un lugar en el ataque canalla a partir de su picardía y desequilibrio, encendió la alarma en el cuerpo técnico de Miguel Ángel Russo. A los 23 minutos del primer tiempo, pidió el cambio.

El pibe se tomó el isquiotibial derecho y se tiró al piso. Después, dejó la cancha con bronca y un llanto indisimulable.

El cuerpo médico le hará estudios para determinar la gravedad de la lesión, pero por los gestos del delantero y la proximidad del clásico, parece improbable quepueda estar el domingo el Coloso.