Hasta ahora, quienes quisieran rearmar o agrandar sus pechos debían pasar por el quirófano para sumar silicona a sus cuerpos. Pero se acaba de presentar una nueva técnica de que propone rearmar la mama mediante la transferencia de tejido graso propio y células madre, es decir, sin necesidad de prótesis.

Este sistema se utiliza principalmente en pacientes que han sido sometidas a cirugía por cáncer de mama (remoción de un seno o mastectomía o la llamada cirugía conservadora que es aquella en la que se extrae sólo parte de la mama). Pero según los especialistas también puede emplearse en mujeres que tengan complicaciones pos implante mamario y en aquellas que desean un aumento de busto sin implantes, entre otras aplicaciones.

En una conferencia de prensa, el especialista Klaus Ueberreiter, jefe del Departamento de Cirugía Plástica de la Asklepios Klinik (en Berlín, Alemania), presentó oficialmente este procedimiento, llamado Método BEAULI (Breast Augmentation by Lipotransfer) que él mismo contribuyó a desarrollar.

"La transferencia de grasa autóloga (propia) está aceptada generalmente como una opción quirúrgica para el aumento mamario", explicó Ueberreiter, y agregó: "En 2007, Sydney Coleman publicó los resultados de un estudio sobre aumento de busto con grasa antóloga, y posteriormente otros autores, de Italia y Francia, publicaron hallazgos similares".

El especialista argentino Francisco Gabriel Errea, jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Británico de Buenos Aires, explicó: "Este sistema permite estandarizar el método y los resultados. Se realiza una disección hídrica, se infiltra líquido en el tejido adiposo, y la grasa se separa y se extrae sin que resulte dañada en el procedimiento".

"Luego –agregó– es procesada mediante un filtro especial, para obtener tejido útil. Seguidamente, se inyecta el tejido graso vivo en la mama (no en la glándula mamaria), con resultados positivos a largo plazo".

Gustavo E. Prezzavento, jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Reparadora del Hospital Alemán, aclaró que al hacer el injerto hay que utilizar células que van a sobrevivir. Este método no rompe el tejido que se va a injertar, y permite transferir tanto células grasas maduras (adipocitos) como pre-adipocitos y células madre que pueden subsanar el tejido si un adipocito muere.

De acuerdo con Ueberreiter, "las células injertadas quedan permanentemente en el tejido, y después de una seis semanas, el 80% de las células trasplantadas se encuentran integradas al tejido receptor. El científico remarcó que este procedimiento, de carácter ambulatorio, permite que el tejido graso sea extraído y transferido en una sola operación que dura unas dos horas. La vitalidad y tasa de integración de las células grasas son muy buenas.

Abel Chajchir, médico especialista en Cirugía Plástica y Reparadora y pionero en transferencia de grasa, remarcó que esta técnica es muy prometedora, pero de ninguna manera significa el fin de las prótesis mamarias. Es sin duda una importante solución, aunque existen restricciones, como por ejemplo en pacientes en pacientes con tejido adiposo insuficiente.

Sin embargo, según Manuel Viñal, jefe de la División de Cirugía Plástica del Hospital Ramos Mejía, "cada caso en particular debe ser analizado por el equipo tratante, integrado por un cirujano plástico, un patólogo mamario y un oncólogo, y en algunos casos específicos como son la radiodermitis o esclerodermia, hasta por un dermatólogo, siendo el grupo, en conjunto con el propio paciente, quien establecerá la técnica más conveniente para esa situación".

Fuente: Neomundo