En medio del alerta amarilla por la ola de calor que afecta a la región, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) mantenía este lunes a la tarde otra advertencia por la probable llegada de tormentas fuertes.

La máxima temperatura oficial registrada en la jornada fue de 32,2 grados y la sensación térmica trepó a 36,3, mientras la presión atmosférica comenzaba a descender, volviendo más pesado el ambiente.

La renovada alerta amarilla es para prevenir a la población sobre la presencia de una fuerte ola de calor que podría ser peligrosa, especialmente para los bebés, personas mayores de 65 años o pacientes con enfermedades crónicas.

Por lo tanto recomendaron tomar mucha agua durante todo el día; consumir alimentos frescos, como frutas y verduras; evitar las bebidas alcohólicas muy dulces y las infusiones calientes; usar ropa suelta, de materiales livianos y colores claros; y protegerse del sol.

En cuánto a los lactantes y niños pequeños sugieren darles el pecho con más frecuencia; hacerlos beber agua fresca y segura; y ponerlos en lugares frescos y ventilados.

Mal tiempo y más calor

Por otra parte, el SMN advirtió que “sobre el área de cobertura prevalece una masa de aire húmedo” y se espera que a partir de la noche del lunes se desarrollaran “áreas de lluvias y tormentas, algunas localmente fuertes, desplazándose a partir de la madrugada o la mañana del martes hacia el este, afectando el sur del Litoral”.

Precisa que el temporal podría estar acompañado de “ráfagas, fuerte actividad eléctrica, probable caída de granizo y abundante caída de agua, que en forma localizada podrían superar los 80 milímetros sobre las provincias del sur del Litoral”.

Además del centro y sur de Santa Fe, el alerta abarcaba a Córdoba, Entre Ríos, este de Catamarca, este de La Rioja y San Luis.