Mientras el Concejo aprueba una nueva normativa para la noche rosarina, el Ejecutivo municipal decidió modificar por decreto un artículo de la ordenanza de espectáculos públicos y así poder adecuar a los llamados bares culturales. Los representantes del sector no se mostraron de acuerdo.

La información, adelantada en Radiópolis (Radio2) ayer por el secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Pablo Seghezzo, fue confirmada durante este lunes. De acuerdo a lo que informa hoy el diario Rosario 12, habrá apertura de géneros culturales y además, se crea un registro de actividades culturales. En tanto, no se modificarán los decibeles permitidos y el factor ocupacional, aunque se delimitarán horarios para diferenciarlos de otras actividades.

"El espíritu fue el de consensuar con los representantes de los bares culturales una flexibilización de las actividades que no están contempladas", señaló el secretario de Cultura, Horacio Ríos, quien adelantó que se realizará una nueva reunión "definitoria" para chequear los articulados del decreto. Sin embargo, desde los Espacios Culturales Unidos de Rosario (ECUR) plantearon que no acompañarán el decreto del Ejecutivo porque, consideraron, "clausura el diálogo".

Los alcances de la iniciativa

El proyecto de reglamentación del artículo 12 de la ordenanza 7218 de espectáculos públicos establece las condiciones en que debe desarrollarse la actividad de los locales sin actividad bailable, restaurantes y bares con difusión musical y/o números en vivo, autorizando la programación artística a aquellos establecimientos que desarrollan actividades culturales en forma permanente.

Los restaurantes y bares con programación artística autorizada serán aquellos que realicen manifestaciones culturales que impliquen espectáculos con participación directa de intérpretes en todas sus modalidades como actividades musicales, teatrales, danzas, literarias, stand up, dictado de clases, talleres y ensayos.

Los titulares de los establecimientos registrados y con programación vigente podrán adaptar el espacio físico y las condiciones mobiliarias de manera excepcional y con el exclusivo fin del desarrollo de los espectáculos.

Para intentar consensuar el decreto, la secretaría de Cultura propuso la apertura de una mesa de diálogo junto con las áreas de Control, Habilitaciones municipales y representantes de rubros gastronómicos y bares culturales. "Planteamos una cantidad de consideraciones para facilitar la actividad cultural", explicó Ríos. Además, propusieron un relevamiento de los espacios culturales para publicar las actividades en la agenda cultural de la secretaría con la premisa de darles difusión.

Seghezzo explicó que los horarios en los que se realizarían estos eventos serán de domingo a jueves hasta la 1; y viernes, sábados y vísperas de feriados hasta las 2. "Con esto se plantea una diferenciación respecto a los bares con amenización musical, apostando a darle más posibilidades a los artistas locales de poder trabajar en bares, flexibilizando inclusive la cantidad de géneros a presentar".

Incluso consideró que el proyecto de decreto "es un avance y va a dar pie a la ordenanza de espectáculos públicos que está tratando el Concejo que está trabajando seriamente. Es una buena reglamentación para ser tenida en cuenta en la próxima ordenanza".

Seghezzo aseguró que los representantes de los bares culturales recibirán "muy bien" el proyecto del municipio, ya que muchos de los puntos de la reglamentación fueron consensuados con ellos.

Pero desde el ECUR señalaron que "después de semanas de participación y diálogo el municipio decide avanzar unilateralmente en un decreto para la regulación de espacios culturales". Según plantearon, luego de varios encuentros y discusiones, se había llegado a un aparente entendimiento de que si bien la discusión de fondo debería ser zanjada en el ámbito del Concejo, los organismos de control podían elaborar una propuesta sobre cómo seguir en el "mientras tanto" para mejorar las condiciones de trabajo de estos espacios y evitar las clausuras injustificadas que se venían sucediendo.

Para el ECUR, la traducción formal de esta línea de entendimiento "fue un decreto de Reglamentación sobre la ordenanza de Espectáculos, que lamentablemente no solo no cumple las expectativas allí depositadas, sino que el municipio sale anunciar unilateralmente sin dar oportunidad de una devolución a aquellos con los que se supone dialogaron durante semanas para elaborar la propuesta".

"Lo que refleja el texto a nuestro entender es que una vez más la línea de Control y (supuesta) Convivencia gana por sobre la idea de la promoción y el desarrollo cultural. No se ha comprendido el planteo de fondo que venimos llevando adelante y la propuesta desnuda una preocupante visión del Ejecutivo sobre los modos de hacer y producir cultura en la ciudad. A pesar de la buena voluntad de la mesa, de muy interesantes aportes y posturas de algunos funcionarios, evidentemente la prioridad del gobierno municipal hoy es otra", concluyeron.