"Los países en desarrollo no aceptarán ningún compromiso obligatorio de reducción de emisiones en el acuerdo que salga de la Cumbre de la ONU sobre el Cambio Climático". Así lo afirmó este miércoles el jefe de la delegación brasileña en Copenhague, Luiz Alberto Figueiredo Machado.

Figueiredo señaló que ese tema ni siquiera está sobre la mesa de discusión, respondiendo a las quejas de China sobre la supuesta intención de los países ricos de incluir ese aspecto en el acuerdo.

En el apartado de las emisiones para los países en desarrollo lo único que existe son las Acciones Nacionales Apropiadas de Mitigación (Namas), que son voluntarias, aclaró.

El representante brasileño admitió que dentro del G77, donde se está Brasil, existen diferencias, pero negó que éstas sean tan grandes como para que se pueda producir una ruptura.

"Todo grupo grande como éste abriga intereses distintos y es normal que haya divergencias, pero eso no implica que no siga unido. El G77 ha funcionado muy bien y es altamente democrático. Nosotros no estamos ahí a la fuerza", afirmó.

Después de tres días de negociaciones en Copenhague, Figueiredo se mostró "muy esperanzado" porque los delegados completen su tarea a finales de semana y sienten la base para que de la capital danesa salga un acuerdo "con un alto nivel de ambición", si bien admitió que existen "preocupaciones sobre el resultado final".

Respecto al borrador danés de una propuesta de acuerdo filtrado que ha desatado fuertes críticas de los países emergentes y de las ONG, el líder de la delegación brasileña se mostró prudente.

"Es natural que haya consultas externas, que se comenten ideas, todos lo hacemos. Pero esperamos que salga un acuerdo fuerte y como resultado de los dos años de negociaciones basados en la hoja de ruta de Bali", afirmó.

El nivel de ambición del acuerdo es el que determinará si se convertirá o no en un tratado jurídicamente vinculante, reiteró.

Figueiredo negó que haya falta de claridad en los detalles de la financiación de los mecanismos de mitigación y adaptación y resaltó que el problema es la falta de fondos, ya que muchos países en desarrollo han presentado planes que están paralizados a la espera de recibir dinero.

Fuente: EFE