1- Accesible, ágil y transparente

El nuevo proceso penal acerca la Justicia a la gente: se busca que el sistema sea más eficiente y la respuesta frente al delito más rápida; se busca la solución del conflicto y la pacificación de la sociedad. Ahora la ciudadanía ejerce en forma plena sus derechos y obtiene contención y respuesta a sus requerimientos.

2- Igualdad ante la ley

El nuevo proceso penal es más inclusivo e igualitario porque asegura un fácil acceso a la Justicia para toda la ciudadanía. En especial, a los sectores más vulnerables, que no pueden contratar un abogado por falta de recursos económicos, culturales o simbólicos. Con el nuevo sistema, todas y todos tienen las mismas posibilidades de acceso a la Justicia: se contribuye así, en forma decisiva, al principio de igualdad ante la ley.

3- Menos expedientes y papeleo

Lo oral reemplaza a lo escrito, hay menos burocracia. Se reemplaza al expediente, que era clave en el sistema anterior, por audiencias orales y públicas. Las partes expresan sus puntos de vista en forma transparente y las personas son protagonistas.

4- Más humano

El conflicto humano entre víctima y acusado recobra visibilidad. La víctima, gran olvidada del sistema anterior, ocupa el centro de la escena. Tiene más derechos, asistencia y contención y una participación activa en el proceso. Puede intervenir como querellante.

5- Menos complejo. Más entendible y cercano

El viejo sistema era escrito, burocrático, laberíntico, con mucho papeleo. Como regía el secreto en muchos aspectos del proceso, la Justicia estaba lejos de la gente. El nuevo sistema, en cambio, es oral, y ofrece una Justicia más cercana, comprensible y humana.

6- Soluciones alternativas

El nuevo proceso penal contempla la posibilidad de decidir soluciones alternativas a la pena. Por ejemplo, con acuerdos reparatorios que pueden lograrse a través de la mediación penal. Se buscan mejores soluciones para los ciudadanos, para las víctimas.

7- Descongestiona los Tribunales

Con el viejo sistema, los Tribunales estaban atestados. Se producían demoras y muchas causas terminaban prescribiendo. El nuevo sistema, en cambio, prevé menos trámites, más agilidad e inmediatez.

8- Una reforma integral

El nuevo proceso penal surge de una reforma que implica un profundo cambio cultural. Requiere una intensa tarea en tres ejes: infraestructura, normativa y capacitación. En los tres aspectos, el gobierno de la provincia trabajó intensamente para que la Justicia de la provincia se pusiera a tono con las exigencias de la Constitución Nacional y los tratados internacionales incorporados a ella.