Los buenos conocedores del fútbol argentino seguramente no estarán sorprendidos por la dificultad que le planteó a Central el duelo de esta noche con Belgrano. Porque los cordobeses son, desde hace rato y por su orden y concentración inalterables, un escollo bravo para cualquiera.
De esta forma, no es nada raro que el entonado auriazul de Russo, que llegaba de dos victorias resonantes ante Boca y Newell’s, haya quedado a mano y hasta conforme con el 0 a 0 que protagonizaron esta noche en un Gigante con marco impactante por lo que el equipo se jugaba pero, sobre todo, por el alegrón del último domingo en el Parque.
La Academia venía precedido de una actuación memorable en el Coloso y arribaba a este compromiso con la posibilidad de treparse a la cima, alcanzando la línea de Colón, San Lorenzo y Estudiantes. Pero para eso debía sumar de a tres. Y el celeste de Zielinski, que se conoce de memoria, se la hizo más que difícil. Tanto que, repasando las mejores acciones del pleito, la balanza se inclina para el lado de los cordobeses.
Una de ellas, el penal de García a Zelararrayán que claramente Abal ignoró en el primer tiempo.
Ya en el segundo tiempo, la fenomenal atajada del Melli ante la chilena de Pereyra y la del final, cuando Márquez hizo mover el poste derecho del arco de Regatas.
Del lado centralista, se cuenta como clara-clara una ocasión de Niell tras cabezazo de Abreu, que el petiso definió abajo y muy cerquita del mismo palo que reventó Márquez.
En el medio, un trámite intenso, con mucha pelea en el mediocampo. Con Central dominando clarito en el inicio del complemento, cuando pudo adelantar las líneas e instalarse en la porción de cancha de Belgrano. Allí lo desbordó con Ferrari y Medina de un lado, con Carrizo y Delgado por el otro, pero no encontró la llave y a los 20’ ese dominio nítido se hizo más difuso, hasta que se diluyó.
En definitiva, el reparto de puntos estuvo bien. A Central se le hizo difícil hacerse patrón del juego ante un conjunto que sigue el mismo libreto desde hace rato (cuando Belgrano volvió a primera, mandando a River a la B, el técnico era el mismo Zielinski) y que se las rebuscó para generarle peligro a una de las figuras de la cancha, el reemplazante de Caranta, el Melli García. El punto se valora porque Central sigue engrosando el promedio y porque lo mantiene, expectante, en un objetivo que no es el primario pero que seguirá persiguiendo: luchar en la parte alta de la tabla.

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