Matías Manna

"Será el Mundial de las transiciones”, manifestó el casildense Jorge Sampaoli, actual entrenador de la selección de Chile imaginando el desarrollo del torneo que se jugará en Brasil a partir de junio del año próximo. Transición es una de las palabras más utilizadas hoy en el mundo de los entrenadores. Transición ofensiva, transición defensiva. Contraataque. Muchos equipos sacan provecho de esta faceta. Las condiciones físicas de los jugadores también influyen, justo hoy donde el gimnasio y el músculo se prioriza.

Existen entrenadores que privilegian ceder la iniciativa al rival para luego sorprenderlo a la contra. La misma historia de siempre, el que tiene la pelota y quiere ir al ataque seguramente en algún momento realizará algún mal movimiento. Ahí estará la clave para arrojarse, e intentar llegar lo más rápido posible al arco rival para el equipo que recupera la pelota.

El cambio de sistema provocado por Miguel Angel Russo hace mejor al equipo en esta faceta del juego. Utilizar dos jugadores bien pegado a las bandas del campo de juego, le permite a Rosario Central tener una  mejor presión en la salida del rival. Lo vimos ante Newell´s  y también el pasado fin de semana frente a Estudiantes de la Plata. Carrizo y Acuña siempre seguían a los laterales. Al no existir demasiado juego interno en el fútbol argentino, muchos equipos descansan en sus laterales a la hora de crear juego. 

Rosario Central, muchas veces, queda partido. 5 y 5. Cinco para defender y cinco para atacar. A su vez y ante la falta de un determinante juego asociativo en la construcción de sus ataques, tiene una cualidad que ha aumentado en los últimos partidos con el cambio táctico. Encina y Lagos, escuderos en la zona defensiva del mediocampo de Nery Domínguez, son claves a la hora de recuperar y salir rápido para el arco rival.

Lagos y Encina son importantes en este Rosario Central porque son el primer punto de los contraataques del equipo. Muchas veces interceptan o roban, y con su velocidad pueden trasladar rápido o encontrar en pocos segundos a Luna y dejarlo bien posicionado para culminar la jugada.

Un estudioso del juego y de las transiciones es Arsene Wenger, entrenador del Arsenal de Inglaterra. Él aclara cuál es el punto más importante en esta faceta: "Lo más importante de un contraataque es la calidad del primer pase", sostiene el francés. Encina y Lagos lo hacen de buena manera.

Los contrataques rivales se producen sobre todo cuando las líneas están distanciadas en metros y distanciadas en el mismo lenguaje que debe llevar a cabo un equipo. "Los de atrás se limitan a muy poco porque consideran que lo que tienen que hacer es defender, mientras que los de arriba consideran que sólo se les evalúa por los goles (por eso ahora resulta que casi todos los delanteros hacen todo hacia delante, para bien o para mal, pero adelante). Si los de atrás no quieren jugar para no complicarse la vida y los de arriba tampoco quieren jugar porque sólo buscan acabar, ¿qué hacen los del medio cuando los de atrás no se la dan y los de arriba piensan que están ahí únicamente para meterla?", piensa el entrenador español Juan Manuel Lillo.

Muchos equipos que enfrentan a Rosario Central tienen sus líneas separadas y cuando comienzan a atacar lo hacen precipitadamente, apurados, dejando espacios entre sus jugadores. Justo ahí, estarán bien atentos Encina y Lagos para comenzar el contraataque canalla.