Volver al trabajo y permanecer estudiando mucho tiempo frente a la computadora puede ocasionarnos una tortícolis. Si no querés usar analgésicos químicos para esta contractura muscular, podrás encontar acá remedios caseros para tratar la tortícolis. Los síntomas desaparecerán en cuestión de horas.

Causas y características de la tortícolis

Se trata de una contracción de los músculos del cuello que no permiten a la cabeza moverse de manera correcta. Se siente una especie de “tirón” y dolor al querer realizar ciertos movimientos. La tortícolis está producida por la inflamación del músculo esternocleidomastoideo. Puede que nos levantemos por la mañana sin poder mover el cuello, o bien, que esta dolencia aparezca al atardecer.

Si bien cualquier persona puede verse afectada por la tortícolis, suele afectar más a quienes tienen entre 30 y 60 años, es decir, durante la edad activa de los adultos.

Para poder evitar el dolor, o bien para que el tratamiento tenga efectos más rápidos, prestá atención a estos consejos:

Sentate bien en tu asiento

La espalda tiene que estar recta, apoyada completamente en el respaldo de la silla, los pies apoyados en su totalidad en el suelo. Podés ayudarte con almohadones para estar más derecho. Usá, en lo posible, asientos con respaldo alto, que te sirvan para apoyar también el cuello mientras trabajas, sobre todo si pasás muchas horas en la misma posición.

Utilizá el asiento del auto de manera correcta

Debe ser firme, no permitir que te hundas demasiado, así como también contar con un apoyo lumbar correcto y que se pueda regular según tu estatura. Si tu coche no es nuevo, considerá cambiar los asientos, aunque sea el del conductor. El apoyacabezas es muy importante, porque protege el cuello ante posibles choques.

Atención con la cama y la almohada

El colchón tiene que ser firme, de resortes en lo posible y que no se hunda. Algunas personas optan por colocar una tabla rígida debajo del colchón. La mejor posición para dormir es de lateral, con las piernas dobladas y las rodillas a la altura de pecho, en posición “fetal” como se suele decir. La almohada no debe ser ni muy alta ni muy baja. Para los dolores de cuello la peor posición es boca abajo. Dormí entre 6 y 8 horas seguidas cada noche para que los músculos se relajen.

No permanezcas en la misma posición muchas horas

Si trabajás en una oficina y tenés que quedarte en tu escritorio todo el día, realizá pequeños descansos y estirá los músculos. Levantate de vez en cuando para que todos los músculos descansen y se muevan. Si por el contrario tu trabajo te obliga a estar de pie o andando, también puedes sentarte a descansar cada dos horas.

Realizá ejercicios cervicales

Podés hacerlos mientras estás sentado en la oficina, regresando a casa en el metro o en el semáforo en rojo mientras conducís, cuando estás preparando la cena, haciendo cola en el super o el banco, mientras mirás la televisión o tomando un café con amigos.

Mové la cabeza en forma de círculos más o menos grandes, luego decí que “si” y que “no” con la cabeza, llevá las orejas hasta los hombros, levantá los hombros a la altura de las orejas, etc. Los movimientos deben ser lentos. De esta manera, estarás fortaleciendo los músculos cervicales y será más difícil sufrir tortícolis. Son muy fáciles de hacer y, sobre todo, eficaces.

Remedios caseros para la tortícolis

El primero de los tratamientos que se usa para la tortícolis es el calor. Aplicá una almohadilla o manta térmica en el lugar que te duele, durante unos 20 minutos. Otra opción es darte un baño con agua bien caliente (lo máximo que puedas soportar). Así, los músculos se relajarán y los dolores se atenuarán.

Tomá una hoja de coliflor y aplastala con un rodillo. Calentala a la plancha y colocala en la zona dolorida la mayor cantidad de tiempo posible.

Colocá algunas gotas de aceite esencial de alcanfor en un recipiente pequeño y mezclá con un diente de ajo machado. Con esta pasta realizá masajes en el área dolorida. Si la tortícolis se debe a una contusión, podés hacer fricciones con tintura de árnica.

El orégano es un remedio increíble para los dolores cervicales. Tomá entre dos y cuatro tazas de té hecho con orégano (una cucharada por ¼ litro de agua). Los músculos se relajarán. 

Realizá una mezcla de cinco gotas de aceite esencial de manzanilla y cinco gotas de aceite de eucalipto en 20 ml de aceite vegetal (oliva, girasol o maíz). Hacé masajes con esta mezcla varias veces al día para que el cuello eleve su temperatura y se calme el dolor.

 

Fuente: mejorconsalud.com