Pocos daban a Argentina en semifinales de la Copa Davis. Sin Juan Martín Del Potro y ante un rival lleno de figuras, los pronósticos ubicaban a Francia en esa instancia. Pero se pudo. Carlos Berlocq ganó el quinto y último partido de la serie en el Parque Roca y selló la serie 3-2 a favor del equipo capitaneado por Martín Jaite.
Charly, que había batallado pero no había podido el viernes ante Wilfred Tsonga, se sacó la espina ante Gilles Simon y lo derrotó por 6-4, 5-7, 6-4 y 6-4, en histórico triunfo luego de tres horas y 48 minutos.
El francés Simon (13°) tiró la última pelota afuera y desató el festejo de todo el equipo y de las 10.000 personas que asistieron al estadio porteño Mary Terán de Weiss y no pararon de alentar. Berlocq, de 30 años y 71° del mundo, se abrió la remera a lo Hulk, sello que repitió tras sus triunfos ante los alemanes en la primera ronda, y se abrazó con sus compañeros.
Después de que en el primer turno Juan Mónaco (19) no pudiera con Jo-Wilfried Tsonga (8), toda la responsabilidad del triunfo o la derrota quedó en manos de Berlocq, que este año se ganó un lugar entre los singlistas por su tesón.
En el primer set, el argentino arrancó con un quiebre abajo, algo nervioso, pero logró recuperarlo rápido (en el cuarto game) para mantenerse a tiro.
Charly trató de jugarle más al revés a Simon y de obligar al error del rival con puntos largos. Y consiguió quedarse con el primero al concretar de forma inteligente el primer set point que tuvo.
En el segundo, Simon estuvo más fino con sus golpes y sacó ventaja de 4-2 con un quiebre nuevamente en el primer game. Berlocq, con mucho apoyo del público ("Olé, olé, Charly"), fue trabajando los puntos y también logró break para igualar 4-4.
Entonces se quebraron dos veces cada uno, pero el galo mantuvo su saque en el game final y se quedó con ese set por 7-5, cuando ya se cumplían cerca de dos horas de juego.
El trámite siguió muy parejo pero Berlocq lo fue cansando a Simon, un poco en lo físico aunque más en lo mental, para llevarse el tercero con lo justo y luego ponerse en ventaja en el cuarto.
Charly llegó a estar 5-2 gracias a un nuevo quiebre en el sexto game y tuvo cuatro match point para cerrarlo 6-3, pero los desperdició, Simon quebró y se acercó 5-4.
En el game decisivo, fue el francés el que se equivocó más (llegó a su 69° error no forzado) y lo dejó match point a Berlocq otra vez.
En el sexto, una nueva derecha larga de Simon concretó el triunfo, casi una hazaña, de Berlocq y el equipo argentino.
La serie había comenzado el viernes con la victoria de Tsonga sobre Berlocq y la de Mónaco ante Simon.
El sábado, Argentina se había puesto 2-1 en ventaja, luego de que la dupla local compuesta por David Nalbandian y Horacio Zeballos venciera al dúo de Michael Llodrá y Julien Benneteau por 3-6, 7-6 (7-3), 7-5 y 6-3 en el valioso punto de dobles.
Ahora espera la semifinal ante la República Checa, que venció 3-1 a Kazajastán, entre el 13 y 15 de septiembre próximo.
Los argentinos serán visitantes ante los checos, últimos campeones del certamen, y equipo que eliminó a Argentina en las semifinales de 2012 en este estadio porteño de Villa Soldati.
Charly, que había batallado pero no había podido el viernes ante Wilfred Tsonga, se sacó la espina ante Gilles Simon y lo derrotó por 6-4, 5-7, 6-4 y 6-4, en histórico triunfo luego de tres horas y 48 minutos.
El francés Simon (13°) tiró la última pelota afuera y desató el festejo de todo el equipo y de las 10.000 personas que asistieron al estadio porteño Mary Terán de Weiss y no pararon de alentar. Berlocq, de 30 años y 71° del mundo, se abrió la remera a lo Hulk, sello que repitió tras sus triunfos ante los alemanes en la primera ronda, y se abrazó con sus compañeros.
Después de que en el primer turno Juan Mónaco (19) no pudiera con Jo-Wilfried Tsonga (8), toda la responsabilidad del triunfo o la derrota quedó en manos de Berlocq, que este año se ganó un lugar entre los singlistas por su tesón.
En el primer set, el argentino arrancó con un quiebre abajo, algo nervioso, pero logró recuperarlo rápido (en el cuarto game) para mantenerse a tiro.
Charly trató de jugarle más al revés a Simon y de obligar al error del rival con puntos largos. Y consiguió quedarse con el primero al concretar de forma inteligente el primer set point que tuvo.
En el segundo, Simon estuvo más fino con sus golpes y sacó ventaja de 4-2 con un quiebre nuevamente en el primer game. Berlocq, con mucho apoyo del público ("Olé, olé, Charly"), fue trabajando los puntos y también logró break para igualar 4-4.
Entonces se quebraron dos veces cada uno, pero el galo mantuvo su saque en el game final y se quedó con ese set por 7-5, cuando ya se cumplían cerca de dos horas de juego.
El trámite siguió muy parejo pero Berlocq lo fue cansando a Simon, un poco en lo físico aunque más en lo mental, para llevarse el tercero con lo justo y luego ponerse en ventaja en el cuarto.
Charly llegó a estar 5-2 gracias a un nuevo quiebre en el sexto game y tuvo cuatro match point para cerrarlo 6-3, pero los desperdició, Simon quebró y se acercó 5-4.
En el game decisivo, fue el francés el que se equivocó más (llegó a su 69° error no forzado) y lo dejó match point a Berlocq otra vez.
En el sexto, una nueva derecha larga de Simon concretó el triunfo, casi una hazaña, de Berlocq y el equipo argentino.
La serie había comenzado el viernes con la victoria de Tsonga sobre Berlocq y la de Mónaco ante Simon.
El sábado, Argentina se había puesto 2-1 en ventaja, luego de que la dupla local compuesta por David Nalbandian y Horacio Zeballos venciera al dúo de Michael Llodrá y Julien Benneteau por 3-6, 7-6 (7-3), 7-5 y 6-3 en el valioso punto de dobles.
Ahora espera la semifinal ante la República Checa, que venció 3-1 a Kazajastán, entre el 13 y 15 de septiembre próximo.
Los argentinos serán visitantes ante los checos, últimos campeones del certamen, y equipo que eliminó a Argentina en las semifinales de 2012 en este estadio porteño de Villa Soldati.