No se trata de una producción cinematográfica de James Bond, sino de la pura realidad: crean una bala que tiene en su interior un sistema de posicionamiento global (GPS).

El dispositivo se llama StarChase y se activa con sólo apretar un botón desde el interior del patrullero. Al hacerlo, se libera un proyectil que se adhiere al automóvil sospechoso.

Una vez que esto ocurre, la policía puede suspender la persecución porque el dispositivo permite rastrear la ubicación del auto buscado con precisión.

"Esta táctica es muy útil para la policía y ya ha dado resultados. Ha sido posible rescatar a niñas víctimas de tráfico de personas y detener a conductores bajo la influencia del alcohol", afirmó Trevor Fischbach, presidente de StarChase, al portal de la BBC

El mecanismo fue diseñado para que las persecuciones que la policía realiza a alta velocidad sean más seguras y no pongan en riesgo la vida de quienes transitan por la zona.