Los atentados comenzaron en mayo. Ocurren de noche o de madrugada. En general dos personas disparan desde una moto. Los objetivos son casas o departamentos vinculadas a jueces o investigadores que trabajaron en el proceso para condenar a los líderes de la banda Los Monos. Como el blanco a veces no es directo, los ataques son dobles y entonces la coincidencia refuerza el mensaje. En las primeras balaceras hubo algunas dudas, después la certeza creció y recién ahora, este sábado, apareció una firma o más bien un mensaje: “Con la mafia no se jode”. También se sumó un edificio judicial clave como nuevo destinatario.

Por eso, la saga de atentados parece responder a una espiral creciente que llegó nada menos que al Centro de Justicia Penal donde se juzgó y sentenció a la banda narcocriminal y donde podría volver a realizarse un proceso federal. Si los ataques a inmuebles privados ya eran graves: esta vez los autores golpearon a un edificio del Estado, de uno de los poderes.

Hubo, en paralelo a las diez balaceras acumuladas en diez semanas, una puja en los tribunales por los traslados de dos detenidos pesados, amenazas encubiertas y excusaciones.

Manfrín y los traslados

El primer ataque doble desde motos distintas fue el martes 29 de mayo. Dos viviendas que pertenecían al juez Ismael Manfrín –el presidente del tribunal que condenó a la banda Los Monos– fueron baleadas. Los blancos: Italia 2118 -el magistrado se había mudado hace dos meses- y Montevideo 1040 -donde residió una década atrás-.

El sábado anterior a esos hechos la Justicia había ordenado el traslado de Ariel Máximo "Guille" Cantero y Jorge Emanuel “Ema” Chamorro, dos condenados en el marco del juicio que presidió el juez Manfrín, a cárceles federales.

La primera hipótesis fue ligar los ataques a ese hecho aunque las autoridades fueron muy cautas y no descartaron otras opciones. El miércoles 30 a la madrugada los dos condenados fueron llevados desde Piñero a penales de Chaco (Cantero, quien tiene una pena de 22 años) y Chubut (Chamorro, 12 años).

El viernes 22 de junio, el juez Manfrín se excusó de seguir interviniendo en la causa Los Monos sin hacer públicos los motivos, aunque no hizo falta.

Vienna y dos policías de Judiciales

El miércoles 20 de junio siete disparos impactaron en dos viviendas de Laprida al 3600. Cinco dieron en la casa del papá del juez Juan Carlos Vienna, el instructor de la megacausa Los Monos. “No tengo miedo, no quiero custodia”, remarcó Juan Carlos, papá del magistrado.

Horas antes habían atacado la cuadra donde hubo custodia policial porque vivía la ex esposa del juez Vienna, en Buenos Aires y pasaje Iwanowski, hecho que generó confusión.

Días más tarde, el 24 de junio, en Gálvez al 5900, efectuaron disparos de arma de fuego contra un domicilio lindero a un comercio de Luis Quebertoque, un ex comisario de la Policía que investigó a Los Monos desde la División Judicial.

El sábado 30 de junio a la madrugada, una casa de la zona norte de Rosario, Braille al 1400, fue atacada a balazos. Cerca de ese domicilio vivió Ariel Lotito, otro policía de la ex brigada operativa de Judiciales. Se levantaron nueve vainas servidas en la vereda.

Usandizaga es "Marisol"

La mira de los agresores se movió hacia la vocal del tribunal que condenó a Los Monos, Marisol Usandizaga. Otro doble ataque en el macrocentro. La noche del jueves 26 de julio hubo tiros desde una moto en Zeballos al 2500 -hacia una casa que fue de Horacio Usandizaga, padre de la jueza- y el viernes 27 a la madrugada en Dorrego al 1600 -donde funcionó un estudio jurídico de Usandizaga y el edificio se llama “Marisol”-.

El ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro apuntó a Los Monos por esos episodios pero enseguida advirtió: “No descartamos otro motivo”. Solo sospechas. Pero la ausencia de detenidos y datos concretos convirtió todo en una nebulosa. Y incertidumbre es aliada del miedo.

La advertencia de Guille y el cartel

Esta semana que pasó, el martes 31 de julio, la Justicia rechazó el pedido de traslado a una cárcel del Gran Rosario de "Guille" Cantero y "Ema" Chamorro.

En la audiencia previa a esa decisión, el líder de Los Monos le dijo por videoconferencia al juez de la Cámara de Apelaciones, José Luis Mascali, quien debía resolver el habeas corpus: “Si usted dice que no, yo lo hago responsable a usted de mi vida”.

Cantero también se refirió a los ataques a tiros: “Si Pullaro a usted le dice «yo le voy a dar seguridad», Pullaro les miente. Como pasó con el juez Vienna, con el juez Manfrín, que le hicieron varios atentados y lo único que dijeron es «¿quiénes fueron?: los Monos». ¿Y qué le puedo decir a usted? Bueno, que se fije la decisión que va a tomar”.

El pedido-amenaza de "Guille" no fue escuchado. Y este sábado, casualmente (la vinculación debe ser probada), volvieron los ataques. Otro doble atentado, al Centro de Justicia Penal y a un edificio vinculado a Usandizaga, con un cartel que se parece a una firma: “Con la mafia no se jode”.