La Justicia indagará este miércoles al presunto tirador del doble crimen de Congreso y a otros dos imputados de la causa, mientras analiza si el diputado Héctor Olivares y su asesor Miguel Yadón fueron víctimas elegidas al azar como blanco móvil en el marco de un homicidio cometido “por placer”, informaron este martes fuentes de la investigación.

Las hipótesis siguen cambiando, luego de que en un comienzo se planteara el caso como “temas personales” o “algo mafioso” en torno a un clan gitano, como lo había planteado la propia ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.

Juan José Navarro Cádiz, el detenido presunto autor del doble crimen, pedirá ampliar su declaración indagatoria en el marco de la causa en la está acusado de como autor material del hecho, cometido en la Plaza del Congreso, para dar su versión de los hechos luego de que se negara a declarar cuando llegó extraditado de Uruguay.

“El sábado era una locura indagarlo a la 1.30 de la madrugada, después del traslado desde Uruguay. No estaba en condiciones para una declaración. En unos días, probablemente el jueves, le voy a pedir al juez la ampliación de la indagatoria”, dijo a la agencia Télam su abogado, Ramón Arigós.

El imputado continuaba alojado en la Unidad 28 del Servicio Penitenciario Federal (SPF) que funciona en la alcaidía del Palacio de Tribunales.

"Quiero que se tranquilice y pueda declarar de la mejor manera cuando le cuente al magistrado lo que sucedió esa noche", agregó Arigós.

Navarro Cádiz es el imputado más comprometido en la causa ya que quedó filmado bajando del auto desde donde el 9 de mayo se cometió el ataque, en su casa de Montevideo 76 se encontró la pistola calibre 40 usada en el doble crimen y otros acusados lo señalaron en sus declaraciones como el autor de los disparos.

“Tiro al blanco”

Además, en otro domicilio, la casa de su padre Miguel Navarro Fernández (55), en la calle Virrey Cevallos 215, donde el imputado dijo que vivió toda su vida, los investigadores hallaron dibujadas en una pared siluetas con impactos de algún tipo de proyectil.

"Son figuras humanas dibujadas con crayón o marcador sobre una pared y que en su interior tienen impactos redondeados, como si hubieran estado practicando tiro al blanco", dijo a Télam una fuente judicial, que precisó que los disparos habrían sido realizados con algún tipo de arma de aire comprimido.

El dato llamó la atención del juez Mariano Iturralde y la fiscal Estela Andrades, quienes lo incorporaron a la imputación que el sábado a la madrugada se le leyó a Navarro Cádiz, detenido en Uruguay, como un elemento que puede pesar a la hora de intentar probar si hubo premeditación en el ataque del 9 de mayo último.

En la misma imputación surgió el dato de que nueve minutos antes del ataque los asesinos pudieron detectar y seguir los movimientos de las víctimas mientras caminaban por la plaza Congreso, pues Olivares y Yadón pasaron por primera vez frente al auto Volkswagen Vento a las 6.41 y los disparos se produjeron a las 6.50, cuando daban la segunda vuelta.

Al describir el hecho, el juez afirma que "los atacantes se valieron del estado de indefensión de las víctimas", quienes se hallaban en "un espacio público con sus mecanismos de defensa bajos", lo que indica que hubo “alevosía”.