El autódromo de Rosario vuelve a generar polémica por su funcionamiento y las obras que son necesarias. El concejal del PRO Roy López Molina afirmó que el 90 por ciento de los trabajos necesarios no fueron concretados y recordó que la autorización para el lugar tiene plazo, por ordenanza, hasta diciembre de este año.

“Hace dos años que no se realizan trabajos de relevancia”, dijo el vicepresidente de la comisión de Gobierno del Palacio Vasallo, que este martes recibió la visita del presidente de Autódromo Municipal, Mauricio Malano.

Tras el encuentro, López Molina aseguró que el funcionario “no ha podido responder con solvencia” los planteos de lo que definió como “una escasez de obras” y el no cumplimiento de los pasos estipulados en la ordenanza.

Para el edil del PRO, en el autódromo sólo se llevaron a cabo el 10 por ciento de las obras y falta el 90. Mientras que desde el Ejecutivo municipal se sostiene todo lo contrario, informó el periodista de Radio 2 Ariel Borderi.

El concejal recordó que el Ejecutivo municipal todavía  tiene pendientes realizar las obras que estaban a su cargo y que a la ordenanza le resta muy poco tiempo de vigencia.  “Ese 90 por ciento de obras que faltan, incluye las más importantes, y esto ocurre de cara a votar una prórroga (del permiso de funcionamiento) en diciembre”, agregó López Molina.

El edil señaló que los funcionarios prometieron “enviar toda la información que adeudaban”, sobre obras y destinos del canón pagado. “Además, los integrantes de la comisión de Gobierno y los concejales que quieran sumarse haremos una inspección ocular del autódromo para ver las obras que están y las que no, y ahí no se podrán inventar”, afirmó y deslizó que esa acción podría concretarse después del receso de dos semanas del cuerpo legislativo local.

Por su parte, Claudio Díaz, subsecretario de Gobierno, dijo a Telenoche (el Tres) que se concretó la mayoría de los trabajos pendientes, entre ellas “parte de las obras de insonorización”, que reclaman los vecinos del lugar.

El funcionario recordó que quienes compraron tierras en el lugar sabían que allí estaba el Juan Manuel Fangio por lo que pidió llegar a un acuerdo de “convivencia” con los ruidos lógicos de la actividad.