Sabido es el mal estado en que suelen encontrarse los inmuebles destinados a la educación pública, pero lo que dicen padecer los estudiantes y docentes de Antropología de la Universidad Nacional de Rosario parece demasiado. Según la directora de la escuela de esa carrera, Gloria Rodríguez, ya se han tenido que cerrar dos aulas por las habituales goteras que se suceden cada vez que llueve, falta gas, hay canillas de agua que no funcionan y también existen habitualmente inconvenientes por falta de luz.

“Si bien nunca hay que acostumbrarse a este tipo de cosas, la verdad es que nosotros ya estamos acostumbrados. Tuvimos que cerrar ya algunas aulas, no contamos con gas, estamos con frío horas y horas y cuando se hace de noche muchas veces se hace imposible dar clase por la falta de luz”, describió Rodríguez, en dìálogo con el programa Diez puntos, de Radio 2, sobre el estado en que se encuentra la Facultad de Humanidades y Artes, donde se cursa la carrera de Antropología.

La directora sostuvo que “prácticamente todo lo que se compra lo hacemos con fondos que dependen de la comunidad educativa, con lo que producimos nosotros”.

“Se sabe que la mayoría de lo ingresos de la universidad van a los salarios, pero igual de la universidad no tenemos nada”, agregó de manera tajante.