El paciente que va a ser sometido a un procedimiento quirúrgico tiene un mayor riesgo de infectarse si su diabetes no está controlada. Si tiene la glucosa elevada, el riesgo de que se infecte es más alto. Y, por otro lado, el paciente con diabetes mal controlado también corre el riesgo de que su herida no cicatrice adecuadamente.

La cirugía es más riesgosa si se tiene complicaciones de diabetes, así que es preciso consultar con el médico previamente sobre cualquier tipo de complicaciones que se tenga a raíz de esta enfermedad. Es imprescindible mencionar cualquier problema que tenga con el corazón, los riñones o los ojos, o si presenta pérdida de la sensibilidad en los pies. El médico puede hacer algunos exámenes para verificar el estado de esos problemas.

Será importante informarle al profesional sobre cualquier medicamento que se esté tomando y si es necesario suspenderlo, como el Metformin. Por lo regular, los pacientes dejan de tomarlo 48 horas antes y 48 horas después de la cirugía para disminuir el riesgo de acidosis láctica. Si, en cambio, toma insulina, hay que preguntar qué dosis debe tomar la víspera y el día de la cirugía.

Durante la cirugía

Es importante hablar con el médico respecto a mantener buenos niveles de azúcar en la sangre durante la intervención. El azúcar en la sangre debe estar entre 80-150 miligramos por decilitro (mg/dL) durante la cirugía. Se puede evolucionar mejor y más rápido si el azúcar en la sangre está controlado durante la operación.

El médico puede utilizar infusiones de insulina y glucosa para mantener estable el azúcar en la sangre durante la cirugía.

Después de la cirugía

Revise con frecuencia su azúcar en la sangre. Se puede tener más problemas para controlar su azúcar debido a que:

- Tiene problemas para comer.
- Está vomitando.
- Está estresado después de la cirugía.
- Está menos activo de lo habitual.

Lo más seguro es que se tarde más tiempo para sanar debido a la diabetes. Por lo tanto, hay que estar preparado para una estadía prolongada en el hospital si le practican una cirugía mayor. Las personas con diabetes a menudo tienen que quedarse en el hospital más tiempo que las personas no diabéticas.

Será conveniente estar atento a signos de infección, como fiebre, o una incisión que esté roja, caliente al tacto o supurando. Ante cualquier duda, lo aconsejable es consultar al médico.

 

Fuente: nlm.nih.gov