Castración física para los violadores, castración química para los pedófilos. Eso es lo que reclama el diputado nacional por Salta, Alberto Olmedo, quien con su característica campera amarilla recorre Mar del Plata para dar a conocer su proyecto de ley en tal sentido.
En diálogo con el programa A diario (Radio 2), el legislador conocido por la iniciativa que prevé la instalación de un tercer baño para transexuales, se refirió a la necesidad de imponer a los violadores penas más fuertes y no permitirles la libertad condicional. “Que cumpla la condena sin baja de pena, si le dan 40 años, que cumpla 40, si le dan perpetua, perpetua”, dijo.
Además, solicitó se conforme un registro de agresores sexuales con sus respectivas muestras de ADN para agilizar la identificación del delincuente.
Aunque aseguró que no está de acuerdo con la pena de muerte, afirmó que la ciudadanía clama por castigos más contundentes para los violadores: “Acá en Mar del Plata la gente tomó justicia por mano propia, la gente quiere penas más duras”.
“Acá hace falta una postura firme, cortar por lo sano y sin anestesia, terminar con el problema, atacar el tema, ver todas las propuestas y ponerlas sobre la mesa”, enfatizó el legislador.
El salteño autor de otras frases fuertes tales como “Tengo la mente abierta y la cola cerrada” o “Los derechos humanos son para los humanos derechos, no para los torcidos o retorcidos”, aclaró que su propuesta no tiene la intención de generar publicidad para su propio beneficio, sino que surge del pleno convencimiento que tiene de su trabajo. En tal sentido, recordó que tres de sus proyectos del año pasado fueron votados en el recinto de la Cámara baja por unanimidad.
No obstante se quejó de que el Congreso no haya discutido el tema de las violaciones como lo hizo con la trata de personas, cuando implica una cuestión “más importante, con todo lo que está pasando en la sociedad”.
Finalmente, defendió el tercer baño para trans: “Un juez una vez me dijo, acá llegó un travesti y no sabíamos donde llevarlo. Pasa en las confiterías, en las comisarías”.
“El hombre es hombre y la mujer es mujer por más que usted cambie lo que cambie. A los homosexuales yo los respeto pero no los veo como un paradigma a seguir. No creo en las creo en las medias tintas”, remató.