Los hinchas argentinos coparon este domingo el mítico estadio Maracaná para el partido ante Bosnia. La fiesta y el color albicelestes comenzaron desde temprano en las calles de Río de Janeiro.
Jamás se vieron tantos hinchas de Argentina en un estadio fuera de ese país y además tan fervorosos. Apenas se abrieron las puertas, el reducto carioca se tiñó de celeste y blanco y el himno previo al encuentro se escuchó incluso más fuerte que si se jugara en el Monumental.
Gente de todo el país instaló sus banderas y aportó el cotillón para que la selección de Alejandro Sabella se sintiera local, y así fue, a pesar del esperable apoyo de los brasileños al rival de Argentina.
Jamás se vieron tantos hinchas de Argentina en un estadio fuera de ese país y además tan fervorosos. Apenas se abrieron las puertas, el reducto carioca se tiñó de celeste y blanco y el himno previo al encuentro se escuchó incluso más fuerte que si se jugara en el Monumental.
Gente de todo el país instaló sus banderas y aportó el cotillón para que la selección de Alejandro Sabella se sintiera local, y así fue, a pesar del esperable apoyo de los brasileños al rival de Argentina.