Alfredo Trionfini, hermano del hombre que asesinó a golpes a la adolescente Agustina Imvinkelried en la ciudad santafesina de Esperanza, reveló que el femicida “no fue velado, no pasó por la Iglesia” y que “ningún familiar asistió a la sepultura”.

Los detalles sobre las exequias de Pablo Trionfini (39), el empleado municipal que según la Justicia se suicidó tras matar a la adolescente, quedaron registrados en el texto de renuncia que presentó su hermano Alfredo al cargo de secretario de Producción de Esperanza.

El ahora ex funcionario señaló en la carta dirigida a la intendenta Ana Meiners que dimitía a su cargo en el gabinete municipal “como una forma de aportar "a la paz y la armonía" que todos necesitan en la pequeña comunidad santafesina.

Sin mencionarlo como hermano, Alfredo Trionfini sostuvo: “Respecto a mi familiar, su cuerpo no fue velado, no pasó por la Iglesia antes de su sepulcro y no asistió ningún familiar a la sepultura”.

“Con lo cual, de acuerdo a mi formación y creencias, tendrá el castigo divino merecido”, agregó en la carta de renuncia.

El ex secretario añadió: "De parte de mi mamá y de mi hermano Alejandro son las únicas medidas que pudimos tomar para tratar de alguna manera de respetar el dolor y la memoria de la víctima y su familia”.

El femicidio de Agustina Imvinkelried (17) sacudió a la ciudad de Esperanza. Su familia denunció la desaparición de la chica el último domingo luego de que saliera a bailar la noche anterior.

Su cuerpo asesinado a golpes y asfixiado fue encontrado el lunes en una zanja de las afueras de Esperanza.


A partir de grabaciones de cámaras de seguridad que los mostraban juntos, el empleado municipal Pablo Trionfini (39) se convirtió en el principal sospechoso del crimen.

Cuando la policía fue a detenerlo el mismo lunes, el hombre se suicidó en el garaje de su domicilio, indicaron fuentes del caso.

Varios elementos reunidos en la causa por la fiscal María Laura Urquiza apuntan a que Trionfini fue el autor del femicidio de Agustina, ampliaron las fuentes.

Como consecuencia de ese crimen, su hermano Alfredo decidió renunciar a la Secretaría de Producción de Esperanza.

“Aunque no tenga nada que ver con el hecho en sí, la cercanía familiar, el dolor, la impotencia hacen que tome esta decisión como una forma de aportar a la paz y a la armonía que todos necesitamos para seguir adelante”, dijo el ex funcionario.