La ola de calor que se pronosticó para estos días, incluyendo el fin de semana, se ha instalado definitivamente en la ciudad y la región. Este viernes la mínima fue de 22 grados, pero se acercaba peligrosamente a los 30 entrada la mañana. Se espera una máxima de 38, con sensación térmica clavada en los 40.

El cielo estaba despejado en el amanecer, con una visibilidad de 10 kilómetros. La humedad era del 90 por ciento y el viento soplaba a 5 kilómetros por hora desde el oeste.

En la tarde se harán presentes algunas nubes en el cielo, con vientos un poco más fuertes desde el sector norte.

Este sábado la nubosidad irá en aumento, y el calor también: se aguarda una marca mínima de 21 grados y una máxima de 39.

La expectativa se centra en la llegada de algunas lluvias en la mañana del domingo, aunque por la tarde-noche de ese día se espera una temperatura de 41 grados.