Se reveló la incógnita. El gobierno nacional dio a conocer la medición de la inflación de enero con la nueva metodología de medición que adoptó el Indec. El número suena parecido al de la realidad y se acerca bastante al de las mediciones privadas y de la oposición: 3,7 por ciento, anunció el ministro de Economía, Axel Kicilliof.

El índice del Congreso, difundido ayer, había sido del 4,6 por ciento. Mientras que la medición del Indec de diciembre, con la vieja metodología –método Moreno–, había dado 1,4 por ciento.

Está claro que en enero hubo aumentos significativos que se acentuaron sobre fin de ese mes luego de la devaluación. Aunque acaso el impacto mayor del aumento del dólar se haya dado en febrero, con lo cual podría esperarse una inflación mayor para este mes.

El flamante índice, elaborado con el monitoreo del Fondo Monetario Internacional, constituyó toda una novedad: por primera vez el gobierno acepta desde las estadísticas el fenómeno de la inflación y cede ante un reclamo de todos los economistas que pedían un sinceramiento, un diagnóstico real, para hacer frente al problema. Ese sinceramiento aparecía además como una exigencia de los organismos financieros internacionales para que el país pueda volver a los mercados de crédito. 

Kicilliof dijo que en el rubro alimentos y bebidas la suba fue del 3,3 por ciento. Y dijo que urgía cambiar la metodología de medición debido a los cambios en la estructura de consumo del pueblo argentino. Señaló como novedad que este es el primer índice federal, es decir que se recolectan de todo el país y no sólo de Capital Federal y Gran Buenos Aires.

El IPC de enero, con esta nueva metodología, es el mayor desde mayo de 2002. Este es el informe completo: