El joven rosarino que fue agredido de forma salvaje el fin de semana pasado a la salida de un boliche ubicado en la ruta 33 entre Casilda y Pujato evoluciona favorablemente, según comunicaron los médicos que lo atienden a sus familiares.

La mamá de Lautaro, de 19 años, contó al programa De 12 a 14 (El Tres) que si continuaba con la mejoría sería trasladado a una sala común en las próximas horas.

El chico había ido a bailar al complejo Nox junto a otros amigos rosarinos. Cerca de las 6 de la mañana del domingo, ya cansados, Lautaro y un par de amigos salieron y fueron a la combi en la que viajaron con la intención de descansar allí y esperar la vuelta.

Pero, de acuerdo a lo que contaron los otros chicos, el chofer –un hombre de baja estatura de unos 30 años– no los dejó subir y desde adentro, tras abrir una ventanilla, la mujer que lo acompañaba los insultó.

Los chicos explicaron que sólo querían dormir. Pero no hubo caso. El chofer bajó con un palo y Lautaro, ante la amenaza, salió corriendo y se retiró unos metros. Mientras sus amigos intentaban calmar al chofer, y él observaba la escena, “aparece otra persona de la nada y le pega una trompada traicionera”, que hizo que el joven cayera y golpeara su cabeza contra un borde de un caminito.

La mamá contó este jueves que “tuvo un traumatismo de cráneo fortísimo”. La mujer pidió también que se haga Justicia por el caso.

“Es un disparate que esté imputado en la causa. El chofer lo acusa de lesiones graves pero Lautaro jamas se peleó con nadie. No sabe lo que es pelear. Tendría las manos rotas si hubiera peleado”, agregó.