La muerte del padre del jugador de fútbol Martín Demichelis le puso nombre y apellido a una problemática preocupante en la provincia: la sucesión de accidentes, muchos fatales, en la autopista que une Rosario con Córdoba, kilómetros más, kilómetros menos del 356. Especialistas consultados por Radio 2 buscaron explicaciones y concluyeron en una suma de falencias.

El tramo de la autopista que conduce a Córdoba es crítico debido a la gran cantidad de accidentes de tránsito que ocurren allí. Ante este panorama, el diputado nacional Fabián Peralta, elevó un pedido de informes para encontrar las causas a esta situación.

¿Por qué los conductores chocan o simplemente, se despistan en esa parte del camino? En diálogo con Radiópolis (Radio 2), el especialista en accidentología Osvaldo Aymo, brindó algunas consideraciones. En primer lugar, puso en relieve “la falta de control de velocidad”. “Vos como conductor cuando ves conitos sacás el pie del acelerador. Si no hay controles, las cuestiones se complican mucho”, dijo.

“Entre enero y marzo del año pasado, saliendo de Tortugas y llegando a Leones, hubo 11 vuelcos de un sólo vehículo. ¿Qué pudieron relevar al respecto? –interrogó– Que son personas que no son de acá, muchos porteños que esquivan Rosario y cuando llegan a esta parte sin estaciones pierden capacidad de retener su potencialidad y se despistan”.

Luego, apuntó: “Con el afán de inaugurar y cortar cintas acá se entregan vías sin estaciones de servicio”. Y destacó: “Salís de Rosario y después de hacer 180 kilómetros para descansar tenés que irte a la vieja ruta 9, Muchos siguen y esta se convierte en una decisión fatal”.

Consultado acerca de la responsabilidad de quienes están al volante, Aymo sostuvo: “Se ha dicho que en los accidentes el 90 por ciento responde a un factor humano pero está demostrado que no es así. Es mucho más complejo”, corrigió. “Si sos un conductor avezado y responsable y te mando a alguna de las estas rutas que son trampas mortales te puede pasar”, agregó.

Más tarde, en A Diario, el fiscal Ángel Granato, de los Tribunales de Cañada de Gómez, habló de su estudio sobre el tema. En sus viajes diarios desde Rosario, le llamó la atención la cantidad de despistes de vehículos entre los kilómetros 358 y 365 y decidió intervenir.

“Pude comprobar que en los días de lluvia era muy común que los autos se salieran de la calzada. También teníamos daños personales. Requerí un informe del estado de la autopista porque me llamó la atención la concentración de los accidentes en ese tramo”, contó.

Entre los kilómetros 355 y 358 hay un índice de accidentes superior a la media que no tiene explicación. “Hay otro informe pendiente del concesionario vial para determinar por qué sucede y está pendiente de contestación”, detalló. “Sabemos que no hay controles de seguridad en toda la autopista, aunque, a partir de este año se van a establecer”, sumó.

Granato se refirió al kilómetro 363 donde ayer se produjo el accidente fatal. “En la zona hay una curva muy leve en esa curva, a partir de un estudio provincial del Observatorio vial se estableció que no está bien señalizada” precisó y añadió: “Cada curva debería tener una velocidad de seguridad y esa velocidad debería estar indicada. Esto no se cumple”, lanzó.

Finalmente coincidió en que la falta de estaciones de servicios agrava la situación: “Genera el estacionamiento de camiones en los accesos y calzadas que constituyen verdaderos obstáculos que promueven verdaderos homicidios”, observó.