Familiares de Facundo Aguirre y Emiliano Ferreyra, los dos amigos de 18 años que
murieron en un choque en Pellegrini y Provincias Unidas en febrero pasado, alertaron que recibieron presiones para no presentarse como querellantes en la causa, por ahora, caratulada como “homicidio culposo”. Quieren “sentar un precedente” ya que sospechan que el muchacho que manejaba el auto ese día, Federico Gómez, estado alcoholizado. Insistieron, además, en serias irregularidades en la recolección de pruebas tras el siniestro y apuntaron contra la madre del conductor, Sonia, que es policía.
En diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2, Fabiana, la mamá de Emiliano, reiteró que las irregularidades del caso “son más que evidentes”. Por empezar, el control de alcoholemia.
Tras la colisión, a Federico le sacaron dos muestras de sangre, una de las cuales, realizada en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) arrojó resultados que los familiares calificaron de “absurdos”; y la otra quedó en la comisaría 14ª, pero la cantidad de sangre extraída –observó Fabiana– era insuficiente. Deslizó aquí complicidades entre los agentes de la seccional y la mamá de Federico.
De este modo, “no hay nada que pueda probar que (el conductor) estaba alcoholizado”, lamentó la mamá de Emiliano quien no obstante apuntó que cuenta con pruebas para demostrar que esa noche los chicos le pidieron a Federico que no manejara por el estado de ebriedad en el que se encontraba. “Tenían miedo”, señaló.
Sin embargo, de la otra parte, dijo que intentaron presionarla para llegar a un acuerdo y evitar el juicio oral.
“Hay agravantes, tenemos pruebas. Esto no fue un accidente, fue un choque porque él venía maniobrando a 160 kilómetros por hora. Queremos ir al juicio oral”, enfatizó.
La madrugada del 22 de febrero, los tres amigos regresaban de una fiesta en Funes cuando, para evitar chocar de frente contra un camión estacionado en Pellegrini y Provincias Unidas, Federico –que manejaba presuntamente alcoholizado y a gran velocidad– pegó un volantazo e impactó la cola del Fiat Uno contra el rodado. Facundo y Emiliano iban en los asientos traseros y perdieron la vida casi en el acto.
En diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2, Fabiana, la mamá de Emiliano, reiteró que las irregularidades del caso “son más que evidentes”. Por empezar, el control de alcoholemia.
Tras la colisión, a Federico le sacaron dos muestras de sangre, una de las cuales, realizada en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) arrojó resultados que los familiares calificaron de “absurdos”; y la otra quedó en la comisaría 14ª, pero la cantidad de sangre extraída –observó Fabiana– era insuficiente. Deslizó aquí complicidades entre los agentes de la seccional y la mamá de Federico.
De este modo, “no hay nada que pueda probar que (el conductor) estaba alcoholizado”, lamentó la mamá de Emiliano quien no obstante apuntó que cuenta con pruebas para demostrar que esa noche los chicos le pidieron a Federico que no manejara por el estado de ebriedad en el que se encontraba. “Tenían miedo”, señaló.
Sin embargo, de la otra parte, dijo que intentaron presionarla para llegar a un acuerdo y evitar el juicio oral.
“Hay agravantes, tenemos pruebas. Esto no fue un accidente, fue un choque porque él venía maniobrando a 160 kilómetros por hora. Queremos ir al juicio oral”, enfatizó.
La madrugada del 22 de febrero, los tres amigos regresaban de una fiesta en Funes cuando, para evitar chocar de frente contra un camión estacionado en Pellegrini y Provincias Unidas, Federico –que manejaba presuntamente alcoholizado y a gran velocidad– pegó un volantazo e impactó la cola del Fiat Uno contra el rodado. Facundo y Emiliano iban en los asientos traseros y perdieron la vida casi en el acto.
