No debe haber peor forma de bajarse de un sueño que con una goleada como la que sufrió Central en la noche del Fortín. El equipo canalla perdió 4 a 1 ante un Vélez repleto de pibes, que dejó a Nanni y Zárate arriba y ellos solos hicieron un desastre a la desordenada defensa visitante.

Fue una dura derrota, porque el conjunto de Arroyito jugó muy mal y porque, además, llegaba con la ilusión de ganar para seguir prendido arriba. Más aún ante un rival que ponía chicos, muchos debutantes, porque tiene la cabeza en la Copa Libertadores (y venía de cinco derrotas).

Pero ya de arranque el equipo de Russo hizo todo mal. Antes del minuto de juego, Mauro Zárate sorprendió a todos con un golazo de chilena. 

A los 11, el equipo de Russo se complicó aún más porque se fue expulsado Encina, por un manotazo contra Asad. A los 21, el goleador local definió de derecha tras un pase de pecho de Nanni.

Russo metió un cambio: sacó a Nery Domínguez y puso a Antonio Medina, para buscar revertir la historia.

No hubo giro en el partido. A los 25 del complemento aumentó el pibe Rolón con un derechazo cruzado y a los 41 Cedeño cerró una buena jugada de Nanni (imparable esta noche).

A segundos del cierre, Medina giró y definió muy bien: 4 a 1. Sólo para la estadística. Central tropezó (quizás la peor derrota de Russo) y aunque vuelve triste por el fin de la ilusión, no debe olvidar desde dónde empezó la temporada. Restan 9 puntos por jugar y aún queda la chance de ingresar a la Sudamericana.