Los sindicatos franceses aceptaron negociar la reforma de los regímenes especiales de jubilación promovida por el gobierno de Nicolas Sarkozy, que desde hace seis días vienen resistiendo con una huelga.

La negociación se entablará el miércoles con las direcciones de las empresas estatales de ferrocarril y del transporte público de París, según reportó este lunes la agencia Europa Press.

Los sindicatos aceptaron sentarse a la mesa de negociación después de que el Gobierno redujera las condiciones para el diálogo y especialmente que retirara la exigencia de levantar previamente la huelga.

A cambio de ello, las autoridades reclamaron una mejora en el alterado funcionamiento del transporte que alivie el caos de circulación provocado por la medida de fuerza.

Mientras, el paro entró este lunes en su sexto día después de que el domingo las asambleas generales de los trabajadores acordaran mantenerlo.

El secretario general de la sección ferroviaria de la CGT, Didier Le Reste, anunció ayer que las seis federaciones de la Sociedad Estatal de Ferrocarril (SNCF) "irán a la mesa de negociación con el Estado y la dirección, a donde llevarán su plataforma reivindicativa".

Todos los sindicatos que apoyan la huelga participarán, incluso Sud-Rail, el segundo sindicato más importante de la empresa de ferrocarril que mantiene las posiciones más radicales desde el inicio del conflicto.

La presidenta de la SNCF Anne-Marie Idrac, saludó en declaraciones a la emisora France Inter este "primer paso" y confió en que, de aquí al miércoles, se pueda ver una "dinámica de reanudación sobre el terreno", que las cosas "se muevan" y que aparezcan "signos de buena voluntad".

También en la empresa de transportes de París (RATP) la jornada del miércoles podría marcar un punto de inflexión después de que tres sindicatos (CGT, Unsa y FO) aceptaran participar en las negociaciones.

El consejero social del Elíseo, Raymond Soubie, se declaraba en la mañana de este lunes en la emisora France Inter esperanzado de que se alcance una solución y se recupere la normalidad "a mitad de semana".

"Tengo una esperanza razonable de que lleguemos a una solución positiva, es decir a una reanudación progresiva del trabajo y del tráfico. Habrá sin duda polos de resistencia, porque habrá sin duda resistencia, como siempre, pero tengo esperanzas razonables", declaró Soubie.

En cuanto al estado del transporte, a pesar de una ligera mejora, la situación seguía siendo bastante complicada, especialmente en las carreteras de acceso a París que registran hasta 300 kilómetros de congestionamiento.

En el caso de los trenes, la dirección de la SNCF calcula que habrá 300 trenes de alta velocidad de un total de 650, 76 Corail de 300, un Regional de cada dos y 3 Thalys (París-Bruselas-Amserdam-Colonia) de cada 4.

En la región parisiense, la red metropolitana garantiza un tren de cada cuatro en las horas puntas.

La Red de Transportes de París (RATP), mientras, prevé una media de un subte cada cinco, 40% de ómnibus y un tráfico "muy alterado o casi nulo" sobre dos líneas suburbanas.

En los andenes del subte el tiempo de espera oscila entre los diez minutos y media hora.