Una semana antes de partir rumbo a Brasil para encabezar la Jornada Mundial de la Juventud católica, el papa Francisco pidió en su primer Ángelus desde Castel Gandolfo –la residencia de verano de los pontífices– que los fieles se unan en la oración y pidan por ese “gran peregrinaje” de jóvenes. El JMJ tendrá lugar en Río de Janeiro, desde el 23 hasta al 28 de este mes.

En diálogo con el programa A Diario, que conduce Alberto Lotuf por Radio 2, el padre Alfredo Marcó, misionero jesuíta en el Chaco y amigo personal de Francisco ponderó la importancia del encuentro que demuestra que la juventud “sigue siendo un activo de la Iglesia”. Más de dos millones de jóvenes se trasladaran la semana próxima a la ciudad carioca para vivir una verdadera fiesta de la fe; desde Argentina, partirán rumbo a Río 40 mil fieles: será la delegación más grande del encuentro.

Mientras tanto, el Papa permanece recluido en la casona de descanso desde donde este domingo se dirigió a los fieles reunidos en la plaza de la Libertad y saludó –según informó EFE– a todos los jóvenes, de edad y “de corazón” que serán de la partida del JMJ.

“Recemos, por tanto, por este gran peregrinaje que empieza, para que Nuestra Señora de Aparecida, patrona de Brasil, guíe los pasos de los participantes y abra sus corazones para acoger la misión que Cristo les encomienda”, dijo Francisco.