Suerte, good luck, buona fortuna, traste; y así, hasta completar el repaso por las lenguas conocidas. Todo para retratar cómo, de un modo azaroso, un auto se salvó de terminar aplastado por un desprendimiento de rocas de una montaña.

El alud tuvo lugar en Keelung, Taiwán, y fue capturado por un cámara desde el interior del coche que sortéo el episodio.

Las imágenes, muestran la secuencia completa: un vehículo que transita por una avenida y, a los pocos segundos, se ve en la parte superior derecha cómo comienza el desprendimiento.

Aun así, los coches siguen circulando hasta que se produce la caída de toneladas de piedra sobre el asfalto.

Pese a lo aparatoso del derrumbe, no hubo que lamentar víctimas, informaron medios locales. El video ya supera las cuatro millones de visitas.