Mientras la gente recibió su llegada de brazos abiertos por sus bajos precios, Grido sigue en la mira de heladeros rosarinos y de todo el sector empresario local. Pero la compañía de capitales cordobeses se defiende, asegura que en su ciudad de origen no forzó el cierre de ninguna otra firma del rubro y que su presencia, lejos de perjudicar, genera una competencia que a la postre será positiva.

El argumento, brindado en Radio 2, estuvo a cargo de Lucas Santiago, el propio dueño de la heladería que ya cuenta con una veintena de sucursales en Rosario, quien aseguró: “En Córdoba se dio una situación similar cuando abrimos hace diez años, y hoy siguen existiendo todas las heladerías y los cordobeses disfrutan de todas las alternativas”.

Conciente de la situación generada, el empresario aseveró: “Nosotros no somos los que hacemos el lío. Venimos a trabajar, a brindarle otra propuesta a la gente de Rosario, que tiene que tener acceso a todas las ofertas posibles”.

“Hicimos un estudio de mercado y vimos que había mucha necesidad de una propuesta como la nuestra, ya que muchos no podían acceder al helado por los precios”, añadió.

Santiago se manifestó además “un poco sorprendido” por el rechazo de parte del empresariado local, ya que es “una actitud que va en contra de los beneficios de la libertad de comercio”.

En ese sentido, consideró que el desembarco de Grido en Rosario terminará siendo favorable para el sector heladero. “Hay un temor que la práctica va a demostrar que es injustificado. No tengo duda que lo mejor que le puede pasar a cualquiera es competir, y con esto todos van a mejorar para poder hacerlo”, sentenció.