La última encuesta de Andrés Mautone y Asociados en Rosario no modifica en mucho el escenario político de la ciudad, aunque no deja de sorprender el nivel de aprobación que le dan esos números a la gestión del intendente Miguel Lifschitz y el repunte sostenido del gobernador Jorge Obeid.

Casi siete de cada diez rosarinos encuestados aprobaron la gestión de Lifschitz (15,4 % la considera muy buena y el 52,2 % buena), mientras que el 21,7 % la evalúa como regular, y el 9,7 % del total desaprueba su gestión.

El intendente no detiene, al menos en los registros de Mautone, el ascenso que comenzó en mayo de 2007 cuando tenía un 55,2 de imagen positiva (ahora se fue a 67,6) y 13,5 de negativa (hoy sólo 9,7). Con respecto a la medición anterior de junio de 2007, creció 3,2%; mientras que la imagen regular se ha recortado en 3,6% y el nivel de desaprobación creció 0,4 %.

Algo similar es la tendencia que registra el gobernador en la ciudad aunque con números claramente inferiores. Son casi cuatro de cada diez rosarinos consultados (36,1 %) que aprueban la gestión de Obeid, mientras que el nivel de desaprobación de su administración llega en la actualidad al 19,4 % (de ellos 16,7 % la considera mala y   2,7 % muy mala).

Por último, su imagen regular asciende al 41,2 %. En síntesis, la imagen crítica de su gestión (imagen regular más nivel de desaprobación) resulta del 60,6 %, dice el informe de Mautone y Asociados. Sin embargo, comparado con la medición de junio pasado, la aprobación de la gestión provincial se incrementó en 2,8 % y el nivel de desaprobación se ha recortado en 8,9 %.

La caída del encanto K también se registra en Rosario. Según el estudio, 48,2 ven con buenos ojos la actual gestión de Néstor Kirchner y sólo el 13,7 % del total desaprueba su gestión. Pero al comparar los datos con la medición de junio pasado, surge que la imagen positiva bajó 3,5 %  y el nivel de desaprobación creció en 0,4 %.

Voto en blanco y abstenciones

La encuesta por muestreo, que tomó 400 casos entre el 20 y el 22 de julio pasado, también intenta explicar el fenómeno de la abstención y el voto en blanco en la ciudad en las internas del 1º de julio.

Del total de encuestados rosarinos que votaron en blanco (11,8 %) en la elección interna abierta, simultánea y obligatoria del 1° de julio, poco más del 24 % lo hicieron porque “era una elección interna entre candidatos del peronismo”; mientras que algo más del 18 % expresó que “no le interesa participar de una elección interna”, y más del 15 % no lo hizo ya que “Hermes Binner ya era candidato igual” para el próximo 2 de septiembre.

Del mismo modo, del total de encuestados rosarinos que no fueron a votar  (31,5 %) en la elección interna abierta, simultánea y obligatoria del 1° de julio, el 25 % de ellos dijeron que “no vota porque está desobligado” por la edad; mientras que otro algo más del 16 % “se desobligó” realizando el trámite pertinente, y otro poco más del 14 % no lo hizo ya que consideró de que “era una elección interna entre candidatos del peronismo”.