La División de Asuntos Internos de la Policía investiga el desguace de al menos dos automóviles que se encontraban retenidos en el corralón del ex frigorífico municipal de Santa Fe bajo custodia policial. El caso se inició a partir de dos denuncias concretas de propietarios de vehículos que, cuando intentaron recuperar sus rodados, se encontraron con que apenas quedaban los chasis.

 

El caso es seguido de cerca por el Juzgado de Instrucción en turno, desde donde se ordenó un control de la totalidad de los vehículos retenidos.

 

Una de la denuncias fue realizada por una mujer tucumana, a quien en Santa Fe se le secuestró una camioneta Renault Express modelo 1998, dominio CHB 789. El vehículo estaba en buenas condiciones cuando lo entregó a la policía pero, al intentar retirarlo, ni siquiera tenía motor.

 

El otro caso fue planteado por Sandra Mónica Benítez, quien vive en la ciudad de Santa Fe. Según relató, en 2004 la Policía le secuestró su Fiat Duna modelo 93 porque existían indicios de que dicho automóvil había sido utilizado para robar.

 

Incluso, Sandra estuvo detenida –ella asegura que jamás participó de robo alguno– durante un año y dos meses. Luego recuperó su libertad, hasta que desde Tribunales le notificaron que podía retirar su auto.

 

"Me puse muy contenta porque significaba que podía venderlo y obtener dinero´´, afirmó.

 

La enviaron a Seguridad Personal y le dijeron que allí lo iba a encontrar estacionado. Pero desde ese lugar la derivaron a Logística: ``Me atiende un oficial. Pensé que me iban a dar las llaves del auto, pero me dijo que él iría a buscarlo al corralón, lo iba a poner en condiciones y me llamaría para que pase a retirarlo´´.