A nadie se le hubiese ocurrido diez años atrás, pensar que “reloco”, “relindo” o “regrande” formaran parte del “buen decir” que fija la Real Academia Española (RAE); y mucho menos que una entidad de esa envergadura, tan seria y protocolar, encargada de fijar las reglas y formalidades del idioma, tomara como referente a Diego Armando Maradona, tal como ocurre en la última edición de Gramática publicada en España.

El actual director técnico del seleccionado argentino de fútbol es una de las fuentes de la RAE, o al menos esa entidad atribuye la utilización del término "banana" para identificar a una persona "tonta, boba, muy voluble". De hecho, eligió como ejemplo la famosa frase del 10: "Los que vienen y se quieren hacer los bananas conmigo".

Pero no tuvo la misma suerte el apelativo usado por la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, quien diferencia entre “argentinos y argentinas” en sus discursos. Para la RAE, con el masculino alcanza para englobar a ambos géneros.

La lengua española se renueva en forma constante y ya se torna difícil asegurar si una palabra está aceptada o no por la Real Academia sin consultar el manual de gramática más actualizado.

A los matices propios del habla coloquial, se suman las diversidades culturales de los hispanohablantes (400 millones en todo el planeta), y ese amplio abanico de posibilidades idiomáticas fue exhibido este jueves en Madrid, donde se presentaron los dos primeros volúmenes (Morfología y Sintaxis) de la Nueva gramática de la lengua española, con la presencia de los Reyes de España, según difundió la agencia de noticias EFE.

Argentinas y argentinos

En el capítulo dedicado al género se recuerda que no es correcto decir "este hacha", "todo el hambre" o "poco agua", sino "esta hacha", "toda el hambre" y "poca agua", y se insiste en que los sustantivos masculinos de persona "designan todos los individuos de la clase o el grupo que se mencione, sean varones o mujeres".

Por lo tanto –se deduce– es innecesario decir "los ciudadanos y las ciudadanas", o el ya mencionado "los argentinos y las argentinas".

El sustantivo "fiscal" es común en cuanto al género (el fiscal/la fiscal), pero se registra también "la fiscala" en Paraguay y en algunos otros países hispanoamericanos. Y no es correcto decir "miembra", por mucho que algún político se empeñe.

"Jueza" está extendido en Chile, en parte del área rioplatense, Caribe continental y Centroamérica, y se prefiere "la juez" en España, México o Perú.

Hubo un tiempo en que se usó "cónsula" como mujer del cónsul, pero hoy se dice "el cónsul" y "la cónsul", aunque en varios países americanos emplean "consulesa".

Los “usos” locales del idioma

"Salí poco menos que a la disparada", se dice en el área rioplatense con el sentido de "al momento" o de "precipitadamente", en tanto que "al cohete" significa "en vano" en El Salvador y en países próximos.

Cuando uno es poco propenso a pagar y va "de gorra", en El Salvador, Honduras y Guatemala va "de fai"; en este último país iría también "de grolis" y en Puerto Rico, "de cachete".

Al parecer, el sufijo diminutivo "ico" va perdiendo fuerza, pero en algunos países andinos y en parte de Centroamérica y el Caribe se desarrolló la variante "itico/itica: "ahoritica", "cerquitica", "pueblitico" y "tiernitico".