Desde Roma, el Papa Francisco hizo llegar una carta con su solidaridad y bendición a las víctimas de la tragedia. “Sabemos que en él es verdad que se va a la capilla y eleva una oración por cada uno de nosotros”, destacó el arzobispo de Rosario, José Luis Mollaghan, quien leyó la misiva:

El Santo Padre, vivamente apenado al conocer la dolorosa noticia de la violenta explosión acaecida en la ciudad de Rosario y que ha ocasionado numerosas víctimas y heridos, así también como daños materiales, ofrece sugrafios por el enterno descanso de todos los fallecidos.

Por ello, eleva fervientes plegarias y súplicas al señor para que conceda su consuelo a todos los afectados por la desgracia, inspirando en todos sentimientos de esperanza cristiana y de verdadera solidaridad fraterna.

Asimismo, ruego a vuestra excelencia (al obispo) que transmita el sentido pésame de su Santidad Francisco a los familiares de los difuntos y exprese también a los heridos y danmificados su paternal solicitud y cercanía en esta ocasión.

Con estos sentimientos, les imparte la reconfortante bendición apostólica.