Lalo Falcioni
La última vez que Argentina disputó los siete partidos de la Copa del Mundo, Lionel Messi era una pulga de apenas tres años, Angelito Di María tenía dos, y Marcos Rojo, el más joven de esta selección, todavía tomaba la teta. Quizás ese sea el mayor lastre de los 23 futbolistas que Alejandro Sabella eligió para amasar el sueño en la concentración de Belo Horizonte y en los estadios de Brasil 2014. Pero también hay riesgos asumidos, aspectos priorizados y resignaciones manifiestas en la nómina que el entrenador de Argentina terminó de podar este lunes por la tarde cuando tachó los nombres de Ever Banega, José Sosa y Nicolás Otamendi.
Los amigos de Leo
Desde hace un largo tiempo, sobre todo desde que Carlos Tevez no paró de perforar redes en el Calcio italiano con la camiseta de Juventus, se habla de “priorizar el grupo” y de “mantener contento a Messi”, la única mega estrella del seleccionado, más allá del extraordinario momento de Ángel Di María.
Si la selección da el primer paso en falso o si los delanteros no encuentran el camino hacia el arco bosnio, iraní o nigeriano, la sonrisa pícara del Apache se presentará como una nube negra sobre la cabeza nevada de Sabella. El ex DT de Estudiantes lo sabe y sin dudas es el gran riesgo que asumió de cara al desafío más importante de su carrera.
¿Por qué a Ever?
Agüero, Di María, Lavezzi, Maxi Rodríguez, Mascherano, Higuain y ahora Demichelis, que entró por la ventana, conforman un grupo de amianto que gira alrededor de Messi. En ese círculo de confianza de la Pulga también estaba Ever Banega, uno de los cortados por el técnico este lunes. Esa es otra decisión fuerte de Sabella, que en esta oportunidad priorizó el nivel de Lucas Biglia y su confianza ciega en Enzo Pérez, por sobre el amiguismo del rosarino, que no pudo elevar el nivel en sus seis meses con la camiseta de Newell´s.
En el último corte, Sabella pareció decirles a los Messi´s boys: “Ya les di el gusto con Tevez, ahora me toca mover las piezas a mí”.
El DT cree que Biglia, Ricky Álvarez, Maxi, Augusto Fernández y Enzo Pérez le brindan todas las variantes necesarias para ser ruedas de auxilio de los titulares Mascherano, Gago y Di María. A diferencia de lo que pasa o lo que podría pasar con Tevez, nadie se arranca los pelos por la ausencia de Banega, que fue pieza clave en muchos partidos de eliminatorias, pero se quedó sin nafta en este tramo final.
Como diría Jorge Valdano, el futbolista de Valencia cruzó el océano a nado, pero se ahogó en la orilla.
Cuestión de edades
Otro de los lances que se tira Sabella es no llevar futbolistas caudillos. En Estudiantes lo tuvo a Juan Sebastián Verón, pero en esta selección el eje es, sin dudas, el talento de Messi y sus muy buenas segundas guitarras (Di María, Agüero, Higuain). Si se coteja esta lista con la de Maradona en Sudáfrica, hace cuatro años figuraban referentes como el propio Verón, Gabriel Heinze, Samuel y Palermo.
En Brasil, y según la opinión de muchos seleccionadores, Argentina tendrá un plantel con promedio de edad “ideal” para soportar el ritmo de la competencia y para manejar situaciones con la inteligencia que la circunstancia requiere. La mayoría anda entre los 25 y los 26 años. El defensor Marcos Rojo, con 24, es el más joven. Hugo Campagnaro, a punto de cumplir 34, es el más veterano.
Teoría y práctica
Sabella ya tomó su decisión final y no hay marcha atrás. Como ya se expresó, el único nombre que genera un debate en serio es el de Carlos Tevez. En cuanto al resto, hay bastante consenso. Y para el seleccionador, un amante del pizarrón, estos días de preparación serán vitales para ensamblar el sistema defensivo del equipo, ya que de mitad de cancha hacia adelante hay material para meter miedo y hacer mucho daño.
Los que saben comparan al Mundial con una carrera de 100 metros: el que está mejor en esos 30 días, se queda con el premio.

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