El accidente del aeropuerto Congonhas, en San Pablo, donde este martes a la noche se estrelló un avión de TAM con 174 personas a bordo, se produce en el contexto de una crisis del transporte aéreo que comenzó en septiembre del año pasado.

Retrasos, cancelaciones, huelgas, denuncias sobre inseguridad y descontrol del tráfico aéreo son algunos de los ingredientes de un conflicto que enfrenta al gobierno de Luiz Inazio Lula Da Silva y a los controladores aéreos, que piden que se mejoren sus condiciones de trabajo.

Un panorama, en definitiva, muy similar al que se vive en Argentina, donde en los últimos meses se registraron varias denuncias por el mal funcionamiento del sistema de radares que estuvo muy cerca de provocar incluso una colisión aérea.

La crisis en los aeropuertos brasileños -los más transitados de la región- se desató en septiembre de 2006, cuando un avión de la compañía Gol con 154 personas cayó a la selva luego de chocar contra una pequeña aeronave de uso privado, recordó la agencia Télam.

Las pericias posteriores a ese accidente indicaron que la colisión se produjo por fallas de los tripulantes del taxi aéreo pero también por malas indicaciones llegadas desde la torre de control de Brasilia, la capital brasileña.

Desde ese momento, los controladores organizaron como forma de protesta diez "apagones aéreos", que provocaron importantes demoras y cancelaciones en todos los aeropuertos del país.