En vísperas de un nuevo choque entre leprosos y canallas, nos remontamos al 23 de junio de 1996, día en que Newell´s se dio el gran gusto de derrotar a su rival de siempre en su propio estadio (aunque con la Lepra siendo local, ya que el Coloso estaba siendo remodelado) por la 14ª jornada del Clausura de ese año.
Lamentablemente el juego no concluyó, ya que la hinchada de Arroyito provocó la suspensión arrojando bombas de estruendo que motivaron la drástica determinación del árbitro Aníbal Hay. Pero antes de ese abrupto final, hubo un desarrollo que favoreció al conjunto de Mario Zanabria, que alcanzó una ventaja casi decisiva de dos a cero y tenía, al momento del forzoso epílogo, un penal a su favor.
Los tantos rojinegros fueron marcados por Iván Gabrich (a los 27 minutos del 1º tiempo) y Bruno Giménez (a los 9 de la segunda etapa), y habían sido expulsados en Central Carbonari y Da Silva. Carozo Raggio tenía el balón en sus manos y se aprestaba a rematar para conquistar el tercero, cuando se sucedieron las explosiones que llevaron al juez a cruzar ampulosamente sus brazos anunciando el final. Ese cierre desató un verdadero carnaval leproso, cuyo público llevó lo sucedido al campo de lo folklórico y nombró a aquella tarde del 23 de agosto del 96, “la tarde de los tirabombas”.
Imágenes del preciso instante en que se suspendió el partido