Un matrimonio fue víctima del ardid delictivo conocido como secuestro virtual. El hecho se produjo este domingo alrededor de las 19 cuando una pareja de 50 y 52 años recibió un llamado telefónico donde le advertían que su hijo Dante estaba secuestrado.
Según contó el comisario Guillermo Morgan, jefe de Investigaciones de la Unidad Regional II, como sucede siempre en estos casos, "la comunicación telefónica de este domingo comenzó con el aviso de que el hijo había sufrido un accidente".
"Luego de eso, los delincuentes aprovechan el estado de shock de la familia para conseguir la mayor cantidad de información posible y con esos datos luego le dicen que su familiar está secuestrado y que su vida corre peligro", explicó este lunes en contacto con Radiópolis de Radio 2.
Del otro lado del teléfono, se le exigía a la familia la suma de 20 mil pesos, dinero que debían dejar –según los falsos secuestradores– en el supermercado Libertad de Oroño y Batle y Ordoñez. La pareja se dirigió hasta ahí con la suma de dinero y cuando la mujer ingresó a entregarlo recibió una contra orden. "Su marido la esperaba en la puerta y a ella le ordenaron salir del comercio, tomar un taxi a la terminal y dirigirse en micro a la localidad de San Francisco, en Córdoba", relató Morgan.
Fue ahí que la mujer, sin avisar a su marido, se dirigió a la estación de ómnibus rápidamente. En ese momento, otro hijo logra comunicarse con su padre para decirle que su hermano no estaba secuestrado y se encontraba sano y salvo.
"Ahí montamos un operativo cerrojo, con personal del Comando Radioeléctrico y logramos dar con la mujer que ya estaba por viajar a Córdoba con la suma del dinero para el rescate", contó el jefe de Investigaciones al mismo tiempo que explicó que la modalidad delictiva se basa muchas veces "en inhabilitar todos los teléfonos para evitar que la familia pueda comunicarse con el familiar supuestamente secuestrado y en peligro o con la misma policía".
En este sentido, recomendó ante situaciones como esa "llamar a un vecino, a la misma policía para que pueda funcionar como guía o a un juzgado en turno".
Los autores del hecho aún no fueron detenidos, pero se investiga el origen de las líneas telefónicas utilizadas para los llamados y no se descarta que se trate de delincuentes que están fuera de la ciudad de Rosario.