Matías Manna (@matiasmanna)

El domingo frente a San Lorenzo, Rosario Central tendrá un flamante acompañante de Nery Domínguez en el mediocampo. Muchos simpatizantes coinciden que es uno de los puntos flojos del equipo. Lo cierto es que la zona media canalla es, demasiadas veces, una zona de tránsito. Ahí, donde algunos equipos eligen priorizarla para dominar y tener el control del partido, el conjunto de Miguel Angel Russo no pasa muchos minutos haciendo pases. Su mediocampista central, Domínguez, es el jugador que más roba y que más pases hace en el equipo. Al tener a Encina y a Lagos muy abiertos sobre las bandas, a un delantero que espera el pase vertical (Abreu) y otro delantero que espera su pase largo al espacio (Niell), la trascendencia del acompañante de Nery en esa zona se revalida.
La inclusión de Eduardo Ledesma podrá mejorar el funcionamiento del equipo. El jugador paraguayo no tiene un gran despliegue defensivo, no es fuerte en la marca ni tiene características para “equilibrar” al técnico Domínguez.

Igualmente puede ayudar de buena manera a que Rosario Central defienda mejor. ¿Cómo? De la mejor manera posible. Equilibrar al equipo mediante un buen ritmo de pases y con buenas posiciones dentro del campo.
Ahora Nery tendrá otra alternativa de pase. Podrá asociarse con el paraguayo para crear juego. Lo que necesita Central. Si Ledesma logra imponer su técnica para el pase en zona ofensiva no solamente hará culminar de mejor manera los avances del canalla, sino que le dará el tiempo determinado y pertinente para que todo el equipo se encuentre preparado para recuperar el balón tras una pérdida. Durante el inicio de este torneo, demasiadas veces Rosario Central quedó largo. La pelota viajaba rápido desde los pies de un defensor hacia los delanteros y ante una pérdida en ofensiva no había posibilidades de recuperación.

Observemos las últimas intervenciones de Eduardo Ledesma en su último club, Godoy Cruz.

Ledesma es un jugador de selección paraguaya. Gerardo Martino lo tenía entre sus preferidos para el mediocampo de Paraguay previo al Mundial de Sudáfrica 2010. Es un hombre de juego interno, que podrá interpretar las intenciones de Domínguez.

Cuando muchos entrenadores colocan el tradicional “doble cinco” en el mediocampo, la palabra equilibrio gana protagonismo. “Si uno de los tiene condiciones para asociarse con sus compañeros, tendrá que tener un acompañante rústico, con fuerza física para anular a los contrincantes”, sostiene.

Pero no hay nada mejor para un mediocampista central que encontrar a alguien en la zona para asociarse. Ledesma y Domínguez pueden entender el fútbol de la misma manera, tienen características similares y eso puede potenciar el juego canalla. Como el ataque y la defensa no están separados, si ellos dos se transforman en el eje constructor de los avances de Rosario Central, el equipo estará mejor posicionado y preparado para recuperar balones y no sufrir demasiado.