El atentado en el que fue asesinado el diputado Antoine Ghanem es hoy visto en medios políticos libaneses como el inicio de un sabotaje a la elección presidencial, prevista a partir del próximo día 25, aunque hay divergencias sobre la autoría.

Ghanem, diputado de "Kataeb" (la Falange), de 64 años, murió junto a otras cuatro personas, mientras que 75 resultaron heridas, al estallar una bomba de mas de 20 kilos de TNT al paso de su vehículo en Horch Tabet en el barrio de Sin el Fil, arrabal sureste de Beirut, dijeron hoy a Efe fuentes policiales, que rebajaron así el saldo de víctimas (siete) que habían estimado la víspera.

El diputado era miembro de la mayoría parlamentaria, empeñada en elegir un nuevo presidente a partir del próximo martes 25 aunque solo sea por mayoría absoluta, mientras que la oposición de Hezbolá y el cristiano Michel Aoun exigen que se cuente con ellos para que el presidente pueda tener el apoyo de dos tercios de la Cámara.

Los colegios y universidades tendrán sus puertas cerradas hoy y mañana, en señal de luto por el asesinato de Ghanem por orden del ministro de Educación, Jaled Kabani.

Respondiendo a la llamada de día de duelo nacional lanzada por la Falange, algunos bancos y negocios privados también cerraron sus puertas hoy.

La muerte de Ghanem, que ocurre en momentos en que el Líbano está sumido en una profunda crisis política, agravada por las tensiones en Oriente Medio y los vientos de guerra con Irán, hace temer que este país, eslabón débil en la región, sea una vez más escenario de los conflictos de otras potencias.

No hay que olvidar que la muerte de Ghanem se suma a la de las otras personalidades anti-sirias asesinadas desde febrero del 2005: el ex primer ministro Rafic Hariri, los diputados Bassel Fleijan, Gebrán Tueni y Walid Eido, el ministro y diputado Pierre Gemayel, el periodista Samir Kassir y el político Georges Hawi.

El primer ministro Fuad Siniora, que condenó anoche el "acto terrorista", que, según dijo, ha sido "cometido días antes de la reunión del Parlamento para elegir un nuevo presidente", pidió al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, que la comisión que investiga el asesinato de Hariri incluya también el de Ghanem.

Las opiniones divergen en el Líbano entre la mayoría anti siria y la oposición, apoyada por Damasco y Teherán, en cuanto a los autores de dicho atentado.

"El asesino es el mismo. Después de ser bombardeados por los israelíes, los sirios respondieron matando a libaneses... Nunca vi un régimen tan cobarde como el de (el presidente sirio) Bachar al Asad", afirmó Saad Hariri, hijo de Rafic y líder de la mayoría parlamentaria.

Por su parte, el líder druso Walid Yumblat declaró "el cálculo maquiavélico del régimen sirio consiste a reducir uno tras uno a la la mayoría parlamentaria en víspera de la elección presidencial. Hay que aguantar, no tenemos otra opción".

En una entrevista al periódico l´Orient-Le Jour, Yumblat declaró "la profecía de Nabih Berri, que había evocado desgracias los diez días antes que preceden el fin del mandato de Lahud, está realizándose. Durante un mes y medio, Siria y sus acólitos pueden actuar de modo impune".

Pero el general Michel Aoun, jefe de un importante grupo parlamentario, hace otra lectura del atentado al afirmar que "el crimen solo beneficia aquellos que tratan de explotarlo".

Aoun cree ver la sombra de "los servicios secretos de la FINUL" (fuerza interina de la ONU en el Líbano) en este crimen.

En ese sentido, señaló que "el Líbano es un territorio abierto donde se mezclan varios servicios secretos, como los de los países miembros de la Fuerza de la ONU en el sur del Líbano", a la que acusó de modo indirecto de "haberlo cometido o de no haberlo impedido".

Al trabajo de esta fuerza "se agregan a los satélites que supervisan y filman el Líbano", dijo en alusión a Estados Unidos e Israel.

Aoun es el candidato de la oposición a suceder a Emile Lahud en la presidencia, mientras que en el campo de la mayoría no se perfila ningún candidato claro.